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JungKook dejó sus cosas encima de una mesa, mientras dejaba que el aire salado entrara directamente a su nariz. Acababan de llegar desde Incheon en un helicóptero del ejército, con un piloto que consiguió el titulo con un jodido soborno. El hombre no podría pilotear sin trastabillar aunque eso dependiese de su vida, y JungKook es delicado del estómago. Sus colegas siempre mencionaban eso como una anécdota familiar, se mareaba con los movimientos muy bruscos y el estómago lleno. No importase que fuese un miembro de las fuerzas especiales, jamás pudo controlar eso. Tomó un sorbo largo de su botella de agua y tapó su nariz. La costa estaba llena de peces, a él no le gustaba ese olor y eso hacía que su estómago volviera a protestar.

Se sentó en una silla plegable mientras miraba lo que ocurría a su alrededor. La Isla Baengnyeong1 debió ser una parada comercial años antes de la guerra con Corea del norte, debió ser parte (como la mayoría de las islas fronterizas) un acuerdo legítimo entre las dos partes. Ahora es una base militar y un paradero de los buscan escapar de la opresión al otro lado. JungKook no se enlisto desde un principio como voluntario por el deber con la nación, lo hizo porque no había otra opción, era joven y estaba en forma, los que le recomendaron no le permitieron refutar y no conoce otra vida que no fuese arriesgar su vida. Pero incluso así, sigue siendo duro sobrellevar esto. Toca el fusil que descansa en su cadera y suspira, sólo es otra misión más.

- Otra vez pensando en huir a casa. – JungKook formó una sonrisa desganada, permitiendo que su superior se sentara a su lado. Los dos sabían que no volvería aunque pudiese, el hombre sabe tanto de él cómo confía en el hombre como para permitirle bromear sobre ello. Pasó un momento antes de que escucharan risas y unos cuantos pasos.

- Están hablando de mi mareo otra vez. – el hombre le dio una palmada saca-aire en la espalda.

- Eso es cuento demasiado viejo, pero sí. Como capitán no me puedo burlar de mi protegido, pero...

- Ya debería aprender a controlarlo, lo sé. – los dos guardaron silencio. El problema de JungKook podría sugerir una deficiencia en su puesto, sin embargo, todo sabían que ha sido entrenado para lo que es y nadie refuta eso. Era igual de capaz que todos los que están allí, aun así, después de misiones, muertes y el sin descanso de todos los días, JungKook dejaba que hablaran de él, así como en otro tiempo se hablara de otros, porque es la distracción que necesitan después de hora de estrés, de heridas y traumas.

- Aunque eres una vergüenza para la naturaleza, debes levantarte, tenemos una reunión.

JungKook asintió, caminando detrás de su capitán. Cuando llegaron al interior de una carpa llena de hombres grandes y aparentemente inteligentes, se reunieron en torno a una mesa donde yacía toda la información que han logrado recaudar. JungKook los miraba y sólo entre ellos sabían que eran un montón de imbéciles con sobre musculatura y arrogancia. Siempre era peligroso tener esa combinación.

- Ok, esto es lo que tenemos. – dijo el capitán - Según nuestro espía, van a mandar misiles a Yeongpyeong2 alrededor de las diez de la noche de mañana, señores. La brigada PEGASUS3 está abordando en este momento. – todos asintieron. La noticia no era un secreto y estaba más en el dominio público que cualquier cosa, JungKook sabía que los medios se estaban preparando para difundir la noticia y agradece que hayan mandado a la séptima brigada, él no tendría la paciencia de tratar con reporteros - Ahora, JiMin, cuéntanos lo que recibiste.

- Según la transmisión del infiltrado, tienen planeado atacar el Cheonan4 antes del atentado a la isla. Por eso estamos aquí. – todos dejaron que la sorpresa se fundiera en sus expresiones imperturbables. El Cheonan era un corbeta* demasiado importante y no tenían ni idea que corea del norte podría planear algo así en un futuro cercano, además de seguro como el infierno que fue algo de momento, no es como sus otros ataques, este es casi espontáneo, y JungKook se pregunta ¿Por qué ahora?

Just Hatred (One Shot) jikook/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora