Los declaro...

I

Y pensar que el momento mas feliz de una mujer debería ser su boda. En cambio, me sentí asqueada de mi en ese momento.

Fue un mes y medio antes de mi boda que había comenzado ese infierno, mis padres me habían vendido a un hombre adinerado, ya que no tenían como pagar las cuentas ni como alimentar a mi hermano, así que se les ocurrió que esa era la mejor opción.

Quisiera no sentirme así con respecto a ellos, estaban en un apuro y no veían mas opción, pero me es inevitable sentirme resentida al haberme visto usada solo como un objeto con el que hacer trueque.

Ese hombre buscaba a una doncella joven y hermosa, que cumpliera sus exigencias; de ojos claros y brillante, piel como la porcelana y cabello sedoso y que ademas no haya sido desposada. Para la fortuna de ellos y me desgracia, yo cumplí con todos esos requisitos. Ese hombre pago una alta suma por mi, pero no creo que fuera lo suficientemente alta como para vender a tu hija.

Al solo momento en que fue recibido el pago, fui llevada lejos de mi familia. Los vi despedirse llorando a mares, yo también lloraba, pero no lloraba por el no volver a verlos, lloraba por lo que me habían hecho.

Me llevaron a un lugar bastante distinto a donde estaba acostumbrada a vivir, este estaba lleno de puras casa lujosas y gente acicalada, completamente fuera de lo habitual para mi. El destino final al que llegue no era comparado con el resto de las casa de ahí; una mansión enorme con un extenso jardín. A primera vista era un lugar hermoso en el que cualquiera quisiera vivir, pero esa emoción no recaía en mi. Yo había sido vendida, prácticamente representaba a una esclava, no me apasionaba entrar ahí.

Las rejas se abrieron para el auto en el que era llevada, se estacionó justo en frente de las puertas de la mansión que estaba en el centro del jardín, donde me invitaron a bajar y obedecí sin poner resistencia, aunque en mi interior no quería hacerlo.

Al bajar, el auto arranco y fui dejada sola ahí parada. Al instante los puertas se abrieron y fue entonces cuando lo vi; el hombre que me había comprado. Los años evidentes en sus facciones se notaban mas por las arrugas que se formaban en su rostro al sonreír. Se acerco a mi con alegría, me abrazo y beso ambas mejilla. Yo solo permanecí estática, no queriendo corresponder su gesto, pero tampoco siendo grosera al rechazarlo. El me tomo de los hombro y me miro de arriba a abajo, su mirada me incomodaba, ese hombre bien podría ser mi padre, pero me estaba mirando con ojos de deseo.

-De verdad que eres una damita hermosa- Fue lo que me dijo, pude saber que mi rostro se contorsionó en un gesto de disgusto, pero fue algo en lo que el no reparo –A partir de hoy este sera tu nuevo hogar, verdad que es hermoso. Y dentro de unos meses legalmente yo también seré todo tuyo, no te parece encantador- Trató de ser gracioso, pero con eso todo lo que hizo fue perturbarme mas. Como podía tener ese hombre la influencia como para casarse con una chica de 16 años, eso debía ser ilegal al igual que haberme comprado, este hombre ha de ser alguien a quien temer.

Observe una vez mas la enorme casa, y note que desde una de las ventanas alguien se asomaba, pero entonces se escondió, me quede extrañada.

-Veras que te sorprenderé con la boda que he estado planeando- ''¿Ya había estado preparando la boda? En serio que mi desgracia viene a toda velocidad'' –También quedaras encantada con mi hija, es una señorita tan encantadora como tu- ''Así que tiene una hija, lo que significa que ahora también tender una hija, de verdad que la vida me llena de sorpresas, no recuerdo haber hecho algo malo como para merecer que mi destino sea manipulado por otras personas sin yo poder siquiera rechistar.''

El tomo un mechón de mi cabello y se lo llevo hasta su nariz y aspiro.

-Veo que eres una dama de pocas palabras, pero eso también te hace encantadora- Estaba coqueteando conmigo, no podría describir lo incomoda que me sentí –Donde están mis modales, deberíamos entrar a nuestro hogar, te enseñare tu habitación- ''Nuestro hogar'' me hacia sentir enferma escucharlo decir eso.