MEMORY. 【 HYUKEN 】

7. AFTER

°º｡✧ 21/07/00  ✧｡º°

Me había llevado una mano a la cien, cansado de que las noticias se me contaran tarde; Leo me había llamado temprano por la mañana, le tome la llamada con la voz ronca, y él de lo más calmado del mundo me había contestado.

— Han, corre a la sección B.

— ¿Que? Espera... ¿Por qué me estas llamando? — dije sobándome los ojos.

— Se trata de Hongbin. — solo dijo eso y corto.

Y como si hubiera sido una palabra mágica o la clave de una caja fuerte, había captado toda mi atención. Me dirigí rápido a la sección que me había dicho y lo vi desde lejos, con una maleta a su costado, mirando a sus lados, como si buscara a alguien pero apenas me vio, supe que era a mí a quien aguardaba.

Me dedico una sonrisa de alivio y ambos nos acercábamos poco a poco.

— Han. — dijo en voz baja, y me entrelazo en un abrazo suave, lo sostuve contra mi cuerpo por unos segundos antes de soltarlo. Había sido más de una semana que no lo había visto, por motivos de encargos. Y me había hecho tanta falta tenerlo a mí alrededor.

— Te extrañe — dije mirándolo a los ojos, él solo asintió y sonrió. Si soy sincero nunca me cansaría de verlo. Luego dirigí mi vista hacia su pequeña maleta y como si preguntara por eso Hongbin me contesto.

— Saldré de la ciudad — pronuncio en un suspiro, arrugue la nariz ante la idea.

— ¿Te veo después de una larga semana y solo te tengo por unos segundos por la mañana? — Ironice — Dios ¿Qué es esto? — me deslice en una carcajada satírica.

El solo inclino su rostro para asentir apenado, no lo culpaba, no era su culpa tener un Jefe de mierda tras suyo, pero realmente odiaba que se fuera tan pronto.

— ¿Cuánto tiempo será? — pregunte

— Temía que preguntaras eso. — dijo nervioso, desviando la mirada, y sabía que lo que vendría a decirme no me gustaría. — Me iré por un mes, Han.

Me quede estático, aun lo tenía entre mis brazos y sabía que después de oír eso, no lo soltaría jamás. Atine a poner mis ojos en blanco.

— ¿Por qué tanto tiempo? — no respondió enseguida, quizás estaba analizando sus palabras antes de soltarlas.

— Yo... pienso que están viendo mi estadía por esos lados, Han. — Soltó encogiéndose de hombros.

— Son una mi... — maldije por dentro deteniéndome, dirigí mi mirada hacia donde se encontraba el encargado de Hongbin y como si fuera un niño lo fulmine con la mirada, como si le hubieran quitado su dulce favorito. — Y ¿Cuándo fue que llegaste? — dije cambiando de tema.

Hongbin dudo si decirle la verdad o no, pero a las finales decidió hacerlo, porque sabía que tarde o temprano Han se enteraría.

— Llegue ayer, casi entrando la noche.

— ¿Y no fuiste a verme? — le cuestiono. Hongbin hiso una mueca mirando al vacío en busca de ayuda.

— Yo...

— Hongbin, creo que es hora de que abordes un avión. — lo había interrumpido un pálido chico.

— Leo — dijo en saludo Han, sorprendido al verlo. — ¿Qué también viniste a despedirte Hongbin? Acaso tú lo sabías también.

Leo lo miro serio soltando un pesado suspiro antes de dirigirse hacia el castaño e ignorar por completo en contestarle a Han, porque sabía que meterse a hablar y razonar con el menor era un dolor y caso perdido.

— Se te hace tarde Hongbin, te esperan a adentro. — el castaño bajo la mirada y asintió. Han comprendió que el tiempo ahí juntos se había terminado y que ya era el momento de dejarlo ir.

— Han... — comenzó a decir el castaño, pero lo interrumpido.

— Cuídate — dijo, llevando una mano hacia su mejilla, acariciándola antes de depositar un casto beso en su frente. — Por favor, cuídate.

Y con esas últimas palabras, ambos se despidieron. Para ambos sería una temporada muy larga y cansada, pero después cuando se volviesen a ver todo habría merecido la pena.

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[N/A]; Disculpen cualquier error ortográfico.