Eran las 10:45 de la mañana, en 15 minutos tenia que ir a la tienda ya que los sábados entraba una hora más tarde. Gracias a que la tienda estaba a una sola calle de mi casa, fui rápidamente a darme una ducha. Tenia 5 minutos para vestirme y salir rápido. Me vestí con una camiseta negra, unos pantalones de tallo alto azules y unas vans de gatos. Cogí mi bolso de flecos negro y baje rápidamente por las escaleras. "Bonny, llegaré para la hora de comer. Invita a la tía Jenna si quieres. Adiós." Me Despido de ella con un beso en la frente y salgo disparada por la puerta.
"Buenos días Devra." Dice la anciana tras el mostrador. "Buenos días Tabatha." Saludo a mi jefa dejando mis cosas en el colgador.
"Tienes que colocar los objetos que hay dentro de esas 5 cajas en las estanterías de la izquierda." Dijo señalando las 5 cajas. "De acuerdo." Cojo la primera caja y la abro. Estaba llena de candelabros y velas de aromas. Empecé a colocar los objetos en la vieja estantería de roble blanco. Cuando acabé, abrí la siguiente caja. Esta vez, eran libros bastante viejos por el polvo. Los limpio un poco y los coloco juntos. Sigo así con en resto de las cajas. Cuando acabo el trabajo que me había pedido la anciana, plegó las cajas y las llevo al almacén. "Gracias Dev. ¿Puedes atender a los clientes mientras salgo un momento?" Dijo Tabatha cogiendo su abrigo. "Por supuesto." Le dedico una sonrisa mientras sale de la tienda.
En toda la mañana solo han entrado 3 ancianas y 4 jóvenes extranjeros para preguntar direcciones. Al menos, compraron unos llaveros de diente de tiburón.
Cuando faltaban 20 minutos para cerrar, la puerta se abrió dejando ver al joven de rizos castaños. "Buenos días." Digo con una sonrisa. "Buenas." Dijo el muchacho mirando los libros que había colocado esta mañana. "¿Buscas algo en concreto?" Digo colocandome a su lado. Gira su mirada en mi y sonríe. "¿Trabajas aquí?" Dice mirando de nuevo los libros. "Hm si, hace 3 años ya." Digo mirando el libro que sostenía en sus manos. "Oh, me llevaré este." Dice mirándome. "Genial." Me dirijo al mostrador para cobrarle. "Serán 14£" Digo con una sonrisa de lado. Me da el dinero y lo meto en la caja registradora. "Espero verte de nuevo." Dice Harry con entusiasmo. "Por supuesto." Le dedico una sonrisa y se va.
Cuando Tabatha vuelve, ya acaba mi turno así que cojo mi abrigo y me despido de ella. "Hasta el lunes." Le dedico una sonrisa. "Hasta el lunes Dev." Salgo de la tienda y me dirijo al supermercado para comprar el pan. Lo compro y voy a casa. "Ya estoy aquí." Digo cerrando la puerta tras de mi. "Hola Dev." Dice mi hermana y Jenna al unisono. "¿Que hay para comer?" pregunto mientras dejo el pan en la mesa y me quito el abrigo. "He preparado lasaña." Dijo Jenna dirigiéndose a la amplia cocina.
Mi casa no es tan grande ni tan pequeña como las otras de la calle. Nuestra casa es de dos plantas y para nosotras, esta bien distribuida. La compre con los ahorros que nos dejaron nuestros padres cuando fallecieron. No podíamos seguir viviendo en la casa anterior y quisimos mudarnos al lado de nuestra tía Jenna.
Nos sentamos en la isla de la cocina y Jenna nos sirve a cada una una porción de lasaña. Corto un poco de pan para cada una y comemos.
Cuando acabamos, friego los platos y recojo un poco la cocina. "¿Hacemos tarde de películas?" Pregunta Bonny con entusiasmo. "Claro, pero toca maratón de películas de terror. La semana pasada eran románticas." Digo acercandome al mueble de la televisión. "Vale." Dice las dos al unisono. A veces es molesto que hagan esto, pero es gracioso. Sonrió mientras miro las películas colocadas por genero. "¿Jennifer's Body o World war Z?" Pregunto sosteniendo las dos películas en cada mano. "WORLD WAR Z" Dicen al unísono de nuevo. Introduzco la película en el reproductor y le doy al play.
Cuando acaba la película, ya son las 6 de la tarde. "Debería irme." Dice Jenna levantándose del sofá. "Oh, claro." Digo quitando la película. "Quedate para cenar tía Jenna." Dice Bonny haciendo pucheros. "He quedado con un amigo. Otro día Bo." Nos besa la frente y se va. "¿Vemos otra?" Digo mirándola. "¿Podemos ir a dar un paseo por el centro?" Dice levantándose. "Claro, y podemos cenar en el restaurante del parque." Digo apagando la televisión. Cogemos nuestros abrigos y salimos. A pesar de que sea primavera, hace un poco de frío así que el abrigo no sobra. Nos dirigimos entre risas al centro.
Entramos a varias tiendas. Le compro una camiseta y dos pantalones a Bonny. Ya que hoy estoy animada no me voy a negar a comprarle algo, ya que también lo necesitaba. Entramos en una tienda de zapatos, empiezo a observar las botas hasta que me quedo hipnotizada con unas botas negras un poco altas y con tacón ancho. Le pido mi numero de pie a la dependienta y me los pruebo. Me quedan perfectos, cuando me los quito miro el precio y me desilusiono bastante. Se los devuelvo y salimos de la tienda. "¿Porque no te los has comprado? te quedaban genial." Dice Bonny mirándome fijamente. "Eran muy caros. Da igual." Digo con disolución en la voz. Seguimos mirando tiendas hasta que nos entra hambre. Vamos al restaurante y nos sentamos junto a la ventana.
"¿Que vas a pedir?" me pregunta Bonny mientras observa el menú. "Supongo que un bocadillo de bacón y patatas." Digo cerrando el menú h dejándolo a un lado. "Hm, creo que yo también." deja el menú sobre el mio. "¿Que vais a pedir?" me giro y miro al camarero. Era un muchacho rubio y con ojos azules. Le sonrió. "Un bocadillo de bacón, patatas y una fanta." Dije su mirada a Bonny. Esta se pone roja y mira hacia los menús "Lo mismo que ella." El camarero nos sonríe y se va. "¿Guapo verdad?" digo divertida. "Bastante." Dice ruborizada.
Cenamos con tranquilidad. Mientras cenamos le pregunto sobre el instituto y los estudias. Gracias a dios, Bonny saca buenas notas así que no me puedo quejar. Cuando acabamos, llamo al camarero para que traiga la cuenta y pueda pagarlo. Cuando nos dirigimos a la puerta, el rubio se acerca a mi oído. "Llámame." dice poniendo un papel en mi mano. Me quedo paralizada por unos segundos. Le sonrió nerviosa y salgo. "¿Que acaba de pasar?" Pregunta Bonny con los brazos cruzados. "Hm, nada. Me dio su teléfono." Digo caminando hacia a casa. Oigo como suspira y vuelve a mi lado. Pasamos todo el camino calladas. Cuando por fin llegamos a casa subo directamente a mi habitación. Me quito la ropa con rapidez y me pongo mi pijama. Me tumbo en la cama mirando el pequeño papel con el número. ¿Debería llamar? bueno, si eso llamo mañana, aun estará trabajando. Mientras pienso en mis cosas, del cansancio, me quedo dormida.
