Despierto.
¿Donde estoy?
¿Quien soy?
No lo sé.
Al abrir los ojos me encuentro en una ciudad, el tráfico no dejaba escuchar ni mis propios pensamientos y una sola cosa era clara a la vista, la contaminación, giro sobre mi, pero no tengo fuerzas, veo a la gente pasar sobre mi cuerpo que ahora, se encuentra en el suelo, es raro, no los siento, pero los puedo observar y se, que están ahí.
Cierro los ojos, y cuando los vuelvo a abrir, puedo ver todo con mejor detalle, veo autos pasar también sobre mi, hasta que reúno la fuerza de pararme del suelo, los autos se detienen, luego pasan las personas, miro a mi alrededor y puedo fijarme que estoy en medio de una carretera sobre un paso de cebra, el semáforo esta en rojo, me levanto y todos quienes van pasando literalmente pasan por mi, no siento nada salvo un escalofrío cuando alguien pasa exactamente donde estoy.
Debido al la gran cantidad de contaminación auditiva mediante autos y personas que en lugar de hablar por teléfono, gritan por teléfono, a pesar de que se nota que esta es una ciudad la cual no es para nada antigua, a la gente se le nota a kilómetros de distancia, no solo por que al hablar cualquier persona que se encuentre al menos a 800 metros de distancia entiende claramente que Mike engaño a Cindy con esa perra y que Las acciones de Google cayeron en un 7% en la bolsa.
Aunque realmente, no se como lo escucho tan claramente, en estos momentos debería estar prácticamente sordo por la cantidad de ruido, no estoy escuchando nada, aunque que al mismo tiempo, todo.
Los pequeños detalles, ya sean auditivos o visuales, se notan claramente a mis sentidos, aunque algunos más específicos que otros, no entiendo que diferencia hay entre estos hasta que los escucho con más detalle, los que suenan menos, o más suaves, son simples charlas, o cosas para nada importantes, por otro lado, los que más se oyen, son aquellos, que realmente creo que no debería oír, escucho a la gente que toma sus decisiones y que por un extraño motivo, se que son equivocadas.
Encima de cada persona veo algo, más difícil de ver en algunas que en otras, hasta que llega una a quien se le ve claramente, es un número.
En esta persona encuentro un 2 color amarillo, me fijo en cada persona y el mínimo número que tiene uno es un 125 color verde, algunos tienen 2 o 3 color negro pero por alguna extraña razón, siento que el 125 verde, es más corto.
Sigo a quien tiene el número dos, al poder atravesar a todas las personas, no se me hace difícil estar atrás de ese hombre, hasta que me chocó. Miro quien esta en frente mio, es un hombre de traje, este hombre me mira fijamente con unos penetrantes ojos color negro total, no puedo evitar dar un paso atrás.
- No me temas, no te haré nada - dice este hombre con una voz inexpresiva y vacía, lo miro fijamente a los ojos y siento que me pierdo dentro de ellos, como quien cae en un abismo sin fondo.
- ¿Cómo me ves? - digo mientras veo que la gente, no lo ve, pero no pasa a través de él, si no que lo rodea cómo quien ve un poste y se ve obligado a pasar a su lado.
- Puedo ver a todos, como tu, puedo saber las decisiones erróneas y lo de los número que hay sobre ellos, los puedo ver, ¿no querías seguir a aquel hombre con el número uno en su cabeza?
- Era un número dos - respondo en tono secante
- Eso crees - dice mientras señala con su mano, el hombre estaba parado detrás de otro paso de cebra, mientras el semáforo esta en verde
En ese momento de el número 1 amarillo pasa a un 59 rojo que va disminuyendo de uno en uno.
- ¿Sigues sin descubrir que significa?
- Si, permite me saber que significa - esto último sale de mi boca casi sin mi consentimiento, su simple presencia me da una mala aura
- Eso mi querido humano es el tiempo de vida que le queda a cada persona, al igual que podemos ver sus decisiones erróneas, podemos ver su tiempo de vida, el de aquel pobre hombre - lo señala con su mano, ahora es un número 20 en rojo - esta apunto de acabarse, lastima por el
- ¡No, detiene lo! - grito, intento interponerme entre el y su camino pero solo consigo que me ignore
- Lo siento, solo yo lo puedo evitar
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7
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Cambia el semáforo a amarillo
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4
Cambia el semáforo a rojo
3
2
1
Y apenas acaba, un auto imprudente pasa y le atropella, la gente va a auxiliar lo, pero se lo que ninguno de ellos sabe aunque tristemente ya lo creen, este hombre está muerto.
Me dirijo hacia el hombre de traje.
- ¡Porque no hizo nada!
-Porque la muerte es necesaria y es quien decide cuando un alma como la de aquel hombre, tiene que irse - mira a lo lejos - Por ejemplo, recuerdas donde despertarte, vuelve allá.
Voy, no se porque, pero un mal presentimiento se adentra en mi, llego a una velocidad mucho mayor de la que me fui, cuando llegó veo en el suelo algo, un hilo dorado que esta atado a mi espalda, no lo siento, pero esta ahí.
*Esta muy claro, ¿acaso no lo ves? *
Es la voz de aquel hombre, ahora esta en mi cabeza, genial.
- No, no lo se, ¿me lo explicaras también? -
* Con gusto, veras, aquel hilo, es quien sostiene tu vida a el mundo, aunque desvanece rápido, estarás muerto en poco tiempo, al igual que todos, después de todo, es el ciclo de tu vida *
- Porque estoy aquí, este lugar me muestra los errores de todos, ¿pero de que sirve si no puedo hacer nada? -
* Veras mi querido humano, este lugar esta echo para eso, este es un lugar donde puedes ver que todos tienen esperanza, y que tu puedes darla. - Casi me parece que donde esté, esta sonriendo - Pero que en realidad, la esperanza no tiene valor, porque no existe *
Siento casi literal que se me para el corazón, con esas palabras, dura dos segundos que parecen una vida, luego funciona de nuevo, ahora si me queda claro, esta riendo.
* Ya sientes los paros, típico síntoma antes de la muerte, solo creo que hay algo más que debes saber *
En ese momento todo se desvanece en un vórtice de sombras hasta quedar la nada absoluta, todo es oscuridad.
*Así fue como todo estaba antes de la creación, y será como todo termine*
* Pero antes, te llevare a un viaje, mientras que llegamos al siguiente lugar, te daré la bienvenida*
* Bienvenido al Infierno *