Círculo Vicioso

2

Nos encontrábamos ya en el aula que nos tocaría me caminé hasta la última mesa que había para sentarme, dejé a un lado mi mochila lo demás habían tomado ya asiento.

— Buenos días, muchachos mi nombre es Albert Wayne,  y seré su profesor de matemática y física además que seré su director de grupo — termina de presentarse, esté observa cada uno de los que estaba en el aula— observo que hay gente nueva, quiero que cada uno se levanté y se presente y diga que piensa estudiar en la Universidad, veamos... — explica, mira a cada puesto hasta señalar a una pelirroja la cual estaba en las primeras filas.

La chica se levanta de su asiento dando media vuelta en este para darle la cara a todos nosotros, era muy linda ojos café y un hermoso cabello. — Buenos días, Me llamo Ale... — la interrumpen.

— ¡oh vamos! Alexa, no hace falta que te presentes si ya todos sabemos que eres la puta del colegio — dice aquél chico de cabello castaño con una sonrisa arrogante en su rostro.

— que te jodan tío, sin tan puta soy ¿Por qué aún no he estado contigo?— pregunta la chica cruzando su brazos mirando al otro con una mirada retadora— ¡Oh cierto! Eres un virginal y te haces llamar la mera verga y Chelsy te terminó engañando, ¿Sabes? Creo que duele mas que te hallan engañado y que te toda la escuela supiera, que ser la zorra que todo el mundo piensa que soy.

En ese momento lo que era un silencio se convertiría en carcajadas que rompería el silencio que había, había disfrutado un poco por la respuesta que le dio la chica.

— ¡BASTA YA LOS DOS! — grita el profesor Wayne haciendo que todos guardarán silencio, coloca ambas manos en su cadera en señal de desaprobación— en mi clase no se permitirá ninguna falta de respeto hacia sus compañeros y mi persona, así que señor Bruce que no se vuelva a repetir— reprende al chico a lo cual este asiente—al segundo llamado de atención irá a coordinación, señorita puede seguir.

La chica asiente, aclara su voz mirando de nuevo hacia nosotros.— como les decía mi nombres es Ámbar McCoy y cuando éste en la Universidad estudiaré medicina. — termina de presentarse para luego tomar asiento.

Así continuaron todos presentándose, ya faltaban pocos por presentarse en ese momento le tocó a un chico — Mi nombre es Josh Hamilton y en la Universidad estudiaré arquitectura — al terminar de presentarse esté.

Noté que me tocaba a mi, la mirada de todos recaen sobre mi me coloco de pie respiro ondo por un momento y miro a los demás. — Bueno, mi nombre es Harrison Grier y estudiaré ingeniería química — me presenté, era un peso de encima que ya podía quitarme tomando asiento de nuevo.

El chico que anteriormente se había presentado me miró. — me gusta tu nombre, es cool — dice él en un tono gracioso, extiende su mano. — mucho gusto.

— eres raro, este, igualmente — respondí con una leve sonrisa estrechando su mano.

Al momento que solté su mano miré hacia la otra esquina de salón en el cual se encontraba una chica de pelo castaño la cual estaba de pie a punto de presentarse, quedé deslumbrado por la belleza de la chica.

— Me llamo Beck Butterfly, y quiero estudiar lenguas internacionales — dijo ésta con una leve sonrisa torcida en su.

La chica se sentó en su puesto dando por finalizada las presentaciones, el profesor que se encontraba apoyado sobre su escritorio se aleja de éste caminando alrededor del aula. — Chicos, escribiré su horario en el pizarrón saquen sus cuadernos para que anoten — propone, acercándose al escritorio tomando un marcador que ya estaba ahí.

En el pizarrón ya se encontraba escrito nuestro horario algunos se levantaron para tomarle foto a este, otros escribían en una hoja. Habían pasado unos minutos en los cuales ya había sonado el timbre indicado que tocaba otra clase, algunos salían del aula.

Preferí quedarme adentro por la sencilla razón que no tenía que hacer nada afuera, « — esa chica — pensé— es tan...» me vi interrumpido por la voz del chico que tenía al lado Josh, despertandome de mi ensueño.

Giré hacia su dirección para mirarle — dime. — dijo en tono paciente.

— ¿Eres nuevo en la viuda? ¿Cierto? — pregunta, me limité  asentir. — ¿Y por qué se mudaron acá? — volvió a preguntar.

Finalmente le respondí— por el trabajo de mi papá, lo trasladaron — explicó, juntó las palmas de sus manos dando una mirada de reojo hacía la chica.

Ella estaba concentrada en su celular, desconectada al mundo. Josh seguía hablando hacia caso omiso de lo que decía.

— Hey, hey... Harrison ¡Despierta! — exclama este, haciendo un chasquido con su dedo.

Josh voltea hacia Beck la cual no se percata que la estaban mirando, este gira de nuevo para mirarme ofreciendo un pequeña sonrisa burlona. — Entonces... ¿Te tiene tramado Beck? — pregunta con una leve risilla.

Lo miró atónito, para después mirar a la chica y de nuevo a él — eh, no. Solo me parece linda — se limita a responder, rascando su nuca con su mano.

Me encontraba caminando a la tienda mas cercana para poder comprar cajeta de cigarrillo, estaba no estaba muy lejos del colegio. Había terminado la jornada de clases, el asunto con la chica había quedado olvidado por parte de Josh y mía.

Entré a la tienda la cual es atendida por una señora esta se acerca con un sonrisa. — ¿Qué necesitas, joven? — pregunta la señora en ella ya se notaba el cabello grisáceo.

— Una cajeta de cigarrillos, por favor— dijo amablemente dirigiéndose a la señora.

Lo mira con leve sorpresa en su rostro, haciendo una pequeña un mueca en su rostro ya arrugado por vejez — ¿No eres muy joven para estar fumando? — preguntó.

— Tal vez — responde con inferencia.

La señora se acercó en unos de los estantes de madera que tenía pegado a la pared, toma de una caja una cajeta de cigarrillos. La señora regresa de nuevo a las vitrinas de vidrio que los separaba dejando la cajeta sobre la vitrina, una voz cercana que apenas entraba al lugar.

— todo chico malo, no pensé que eras así — dijo la chica de melena castaña acercándose.

giro hacia la chica mirándola de pies a cabeza algo sorprendido, tomó la cajeta guardandola en unos de los bolsillos delanteros de sus pantalones, le extiende el dinero a la señora.

— Eres la chica de mi curso, ¿Cierto? — pregunta, sabiendo perfectamente que era ella.

— Sí, tú eres el nuevo, ¿No? — dijo ella con una pequeña sonrisa.

Esa sonrisa, esa maldita sonrisa...