Tuya por siempre

Capitulo 2

Me desperté exaltada y sudorosa, diablos fue todo un jodido sueño, ¿como es que algo que solo estaba en mi cabeza pudo sentirse tan real? No me explico como fue que ese hombre que tenía poco de conocer se ha clavado tan profundo dentro de mi ser... De solo recordar sus caricias en mi piel hace que me estremezca por completo. "¡Basta Daniela! Necesitas parar ya mismo con esto" me decía mil veces esa voz dentro de mi cabeza.
Tome una ducha con agua caliente para despejar mi mente, estaba perdiendo la cordura y era lo último que necesitaba, tenía que ir a trabajar y no quería levantar sospechas en mi mejor amiga, a pesar del cariño que le tengo podía ser algo molesta cuando trata de averiguar qué es lo que sucede conmigo. Por supuesto que quería contarle pero todavía no es tiempo, o más bien yo no estoy lista para abrirme con ella respecto a ese "asunto" porque tengo miedo de que lo que pueda pensar de mí, vaya lío en el que estoy ¿no?
Salí del baño y comencé a buscar en mi armario la mejor vestimenta que pude encontrar, opté por una falda negra de tubo, camisa blanca con manga larga y unos tacones bajos de color rojo, amaba tanto esos zapatos, me hacían sentir un tanto "sensual" y quería llamar la atención de aquel hombre con el que he estado saliendo a escondidas, aunque a decir verdad no sé si podría decir que salimos, ya que nuestros encuentros han sido únicamente sexuales...
Flashback
—Joder nena, no sabes cuanto necesitaba de esto.-Decía el mientras su cara estaba enterrada en mi cuello, succionándolo.
—Créeme que yo también lo necesitaba, tenerte así hace que me olvide de todo el estrés.-No pude evitar soltar un ligero gemido cuando sentí sus manos recorrer mi vientre, bajando lentamente hasta mi monte de Venus
—¿Te gusta no es así?-mencionó con la voz ronca provocando que arqueara mi espalda al sentir como introducía su dedo dentro de mi
—¡Ah! Joder no pares...-Me estaba volviendo loca y él lo sabía perfectamente, introdujo un dedo más bombeando en mi interior, ahogo mi grito de placer con un beso y lo siguiente que escuché fue el paquete del preservativo romperse
—Esto te gustará más nena.-Y de una sola estocada entro en mi sin aviso alguno
—Oh...así sigue no pares.-Tomo uno de mis pezones con su boca jugueteando con su lengua haciendo que se endureciera.
—Me encanta verte así, toda mojada para mi.-Dijo con voz ronca mientras embestía una vez acelerando el ritmo, entrelazó su mano con la mía y juntos llegamos al climax
Estaba tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera noté la presencia de Fernanda en el umbral de la puerta
—Ese galán tuyo debe estar buenísimo para estar babeando así amiga.-dijo en tono burlona
—¿Quieres parar con eso? Ya te he dicho que no tengo ningún galán
—Entonces ¿porque estabas toda ida?
—Solo estaba pensando en lo tarde que voy al trabajo y que probablemente me despidan por eso
—No exageres Daniela, eres excelente en lo qué haces, por lo mismo tienes tan maravillado a tu jefe. No creo que por un ligero retraso sea capaz de correrte
—Pues tampoco me demoraré más para averiguarlo.-Comencé a caminar a la puerta del departamento pero la voz de mi amiga me detuvo
—Oye se que me haz dicho hasta el cansancio que no hay nadie nuevo en tu vida pero de verdad me preocupas. Sabes que puedes confiar en mi ¿verdad? Siempre estaré aquí para apoyarte, tenemos años conociéndonos y nunca nos hemos guardado secretos.-Eso último hizo eco en mi cabeza "nunca nos hemos guardado secretos", ¡Maldición! ¿Por qué tengo que ser tan cobarde? ¿Porque simplemente no puedo contarle que tengo un amigo con derechos? Se que es mi amiga y que ha estado conmigo en las buenas y en las malas, incluso en las peores pero ¿por qué siento miedo de su reacción?
—Hey ¿estas bien?-sentí sus manos en mis hombros mientras analizaba mi semblante. Pero yo ya no podía más, necesitaba sacar esta angustia de mi pecho, al diablo el trabajo, tengo que hablar con ella ya mismo
—No...tengo que contarte algo y no sé cómo vayas a tomarlo, solo te pido que no me juzgues sin haber oído toda la historia ¿si?
—Amiga sería incapaz de juzgarte, pero vale si necesitas oírlo, te lo prometo.
Me arme de valor y comencé a contarle como fue que conocí a ese hombre tan maravilloso que sin darme cuenta estaba enamorándome de él y me aterraba esa idea