Secreto en el tiempo

Tragedia

En este momento todo avanza en cámara lenta, no existe sonido alguno, el corazón late a mil por hora mientras que las lágrimas corren sin control en mi cara y mis piernas no tienen la fuerza suficiente para levantarme del frio suelo; no podía emitir ningún sonido y mis manos temblaban contra su playera mientras que estas se manchaban de sangre y un charco se expandía a su alrededor.

Pasaron segundos que parecían eternos cuando de la nada llegaron 2 hombres de blanco que lo subían a una camilla yo no poda separarme de el, mas bien no quería, me preguntaron algo que no pude entender por lo que solo asentí, me subieron con ellos a la ambulancia y solo hasta ese momento el sonido había regresado pero solo el que generaba la ambulancia y lo que a mi parecer también eran patrullas.

En cuestión de un pestañeo llegamos al hospital, aquel lugar de paredes blancas como la nieve e incluso tan frio como esta. Al momento de ingresar, esas personas empiezan a correr con la camilla hacia unas amplias puertas de metal y de la nada apareció una enfermera deteniéndome, no sabía en qué momento yo también había empezado a correr hacia esa puerta junto con ellos.

Los minutos fueron eternos, esas cuatro paredes blancas parecían que no tenían un fin mientras transmitían un frio glacial; los segundos se hicieron minutos, los minutos horas y las horas parecían años y cuando pensé que estaría a punto de volverme loca se escucho como se abría una puerta y de esta salía un hombre ya grande vestido de blanco con una bata, cuando lo vi tuve miedo ya que su cara no tenía ninguna expresión no reflejaba nada hasta que su mirada cruzo con la mía en ella ahora se veía reflejado el dolor, no pude esperar más y me acerque a él, como si una fuerza invisible me jalara, no pude aguantar ni un segundo más sin preguntar como estaba, pero nunca espere esa respuesta , eran las palabras más horribles del mundo.

-Lo sentimos mucho el joven ha muerto, hicimos todo lo que se pudo.

¡Muerto!

Las palabras que habían salido de la boca del doctor habían sido como una daga al corazón.

El joven a muerto muerto muerto MUERTO !MUERTO!, !!!!MUERTO!!!!!!

Eran las palabras que se repetían una y otra vez en mi cabeza debido a que, el significado de esas palabras eran desconocidas y tan distantes en este momento para mí; cuando una mano se coloca sobre mi hombro y en automático subo la mirada al dueño de esa mano, cruzando mi mirada con la suya.

Y en ese momento lo entendí al ver los ojos del médico que reflejaban una gran tristeza y preocupación al ver que yo no reaccionaba ni me movía, para volver a repetir que lo lamentaba mucho mi pérdida.

Ahí todo mi mundo se me vino encimo, el había fallecido, había muerto, se había ido de mi lado para siempre; Mis piernas fallaron provocando que callera de rodillas contra el suelo, y me llevara las manos a la boca tratando de reprimir los sollozos que saleen de ella de una forma tan desgarradora, porque no había forma de describir eso sonido como desgarrador ya que sentía que me rompía y desgarraba por dentro.

Las lágrimas brotaban de mis ojos como si no hubiera un mañana, inundando completamente mis mejillas y cayendo al suelo.

Al parecer la mano del doctor seguía sobre mi hombro y trataba de tranquilizarme o entrar en razón pero en estos momentos eso no me importaba, su voz era tan lejana como si estuviera a kilómetros de mi.

Y antes de que me diera cuenta todo se había vuelto negro, al parecer mi cuerpo ya no pudo soportar más dolor y decidió mandarme a dormir contra mi voluntad.