Todo es culpa de Magnus Bane

Raphael, es un idiota de azúcar.

Advertencia: antes de comenzar quiero aclarar. No soy bueno en el hard. Además de que respeto a Raphael como asexual. Yo mismo entiendo el sentimiento. Hmmm así que bueno, en este fic podríamos ver al latino como Demisexual, sin más que aclarar pueden leer. Ahhh por cierto, tarde más en este capítulo porque :v me dormí. Gracias por su apoyo por el electro, llegue a casa y caí profundamente dormido,aún tengo sueño.

Simon había llegado corriendo al Dumort. Estaba energético, como si hubiera tomado dos tazas de café cargado como el infierno y tan dulce como para matar a un caballo de un coma diabético. Sus manos apretaron la manija de la puerta antes de abrir. Pensó por unos momentos hasta que sintió un cuerpo chocar con el suyo al dar un paso en el hotel.

—¿Estás bien Simon?—preguntó una voz suave sujetándole del antebrazo para evitar su caída.

—Elliott—saludo con una sonrisa deslizándose por sus labios—¿No tenías una cita con Derek?—pregunto curioso.

Él mayor se rió mostrando los dientes y negando con la cabeza. Lo soltó suavemente para buscar algo entre sus bolsillos traseros. Tomo un tiempo buscarlo y sonrió con malicia al encontrarlo, un empaque pequeño de color plateado y se lo extendió con calma al novato.

—Toma—movió las cejas divertido—aquí. Sé que parece absurdo, pero te dolerá si no estás bien preparado.

—Eres un idiota—murmuro mirando al vampiro irse y sosteniendo el lubricante con pena—espero que Derek no sea tan suave contigo—grito aunque sabía que no era necesario.

—¡Nunca lo es, cariño!—grito de vuelta solo para hacer enojar al chico.

Simon se quejó bajito mientras caminaba por los pasillos. Sus manos sujetaron el envoltorio con calma. Lo guardo en alguna parte de su sudadera. No podía ver a muchos vampiros, algunos al verlo se despidieron de él diciendo que irían a un bar esa noche. Qué Raphael les había dado el día, y querían aprovecharlo totalmente.
Eso le venía bien, podría hablar con su líder con calma. Eso fue hasta que Stan lo asalto.

—Días Simon—saludo coqueto mirando de arriba hacia abajo al chico—escuche que Elliott te dió un pequeño regalo, ¿Planeas usarlo?

Él vampiro mayor avanzó hacia él como si estuviera a punto de cazar una presa increíblemente deliciosa.

—Hmmm—retrocedió asustado, nunca se imaginó siendo golpeado, no de esa manera—bueno. Creo que podría usarlo.

—¿Y con quién exactamente?—camino dos pasos cada que Simon retrocedía uno.

—Yo... Yo...—miro a los lados buscando una salvación. Sabía que Raphael aún no llegaba al hotel. Porque siempre aparecía de la nada con la intención de asustarle.

Pero la voz de uno de los nuevos novatos del clan le hizo suspirar aliviado. Un chico alto, cabello rizado y color cobrizo, con unos bonitos ojos azules de color eléctrico miraba a Stan de manera inexpresiva y un odio frío que refulgia en sus ojos. Parecía enojado ante la sola idea de que alguien se metiera con Simon.

—Simon—la voz angelical no entraba en todo el contexto de vampiro malo y enojado—te buscan en la puerta. Es Clary.

—Gracias Cris—se alejó del incómodo momento y acarició la cabeza rubia con cariño—¿Te parece sí después me cuentas cómo te fue con Dolores?

Él menor asintió entusiasta mirando la silueta irse por el pasillo principal. Se dió la vuelta y no evitó el mostrar los colmillos desafiante. Todos sabían sobre los sentimientos de Raphael hacia la cría (aunque no lo era de cierta forma) nadie se atrevía a desafiar o coquetear con él chico. Ya que este les trataba como si fuera la pareja del líder sin darse cuenta. Por eso todos se preocupan por él. Pero la nueva adquisición del clan lo estaba poniendo difícil, parecía no saber que Simon no estaría con él nunca.
Clary le sonrió con todo ese cabello rojo agitándose en todas direcciones, sus pecas parecían resaltar en un pequeño sonrojo cubriendo su rostro. Pero lo que llamaba la atención era su sonrisa satisfecha que recorría sus adorables mejillas. La dejo entrar mirando a uno que otro miembro del clan que se estaban llendo a penas.