Distopía

Los Justicieros

Han pasado 2 años desde que la sociedad y parte del mundo se fue corrompiendo, solo será cuestión de tiempo para que el resto del mundo caiga en la distopía.
Pero aun así hay gente que quiere hacer justicia para poder proteger a la gente y así mantener el orden. Ese grupo de personas se hacen llamar "Justicieros", ellos se dedican a proteger a la gente, salvarla y erradicar la gente que solo trae el mal.

El terreno de los Justicieros es la ciudad de Chicago, donde alguien nuevo se les unirá.
"Aquí está su arma y municiones" dijo el vendedor.
"Gracias, aquí está el pago" dijo Jason.
"¿Sabes cómo usar el arma?".
"Asi es, estuve estudiando para ser policía antes de que la sociedad empezará a corromperse".
Jason se despidió del vendedor y se dirigió a su casa.
A mitad de camino Jason escuchó una mujer gritar y se dirigió hacía dónde provenía el gritó y llegó a un callejón.
Al asomarse vio a un pandillero intentando asaltar a una mujer.
"Si te resistes, vas a sufrir" dijo el pandillero a la mujer.
"Tengo que salvar a la mujer" pensó Jason.

Jason entró al callejón y sacó su arma y apuntó hacia el pandillero.
"Deja a la mujer en paz" gritó Jason, "no me des una razón para disparar".
El pandillero levantó las manos y se dio la vuelta mirando hacia Jason.
Jason, de reojo, vio a alguien en el techo del edificio delante de él.
"Un justiciero" pensó Jason,"¿pero por que no viene a ayudar?".
"Tranquilo, no tienes porque disparar" dijo el pandillero con un sonrisa sarcástica.
"Algo anda mal" se dijo Jason a sí mismo.
Jason se dio media vuelta y disparó a 2 pandilleros, matándolos, que intentaban atacarlo por sorpresa.
"Interesante" se dijo a sí mismo el Justiciero.
"¿Cómo supiste?" preguntó el pandillero sorprendido.
"Te lo advertí" respondió Jason.
Jason disparó al pandillero matándolo.

"Todo esta bien señora" dijo Jason, "ya se puede ir".
La mujer solo corrió lo más lejos posible.
Cuando Jason miró hacia el edificio donde estaba el Justiciero, él ya no estaba.
Jason continuó su camino hacia su casa pero sentía que alguien lo seguía,
Siguió su camino con preocupación hasta llegar a su casa.
Jason llegó a su casa y entró cuando notó que ya no lo seguían.
"Tengo un mal presentimiento" se dijo a sí mismo Jason.
Jason intentó agarrar su arma que lo tenía en la parte trasera de su pantalón pero antes de que pudiera sacar su arma, alguien le agarró el brazo y lo tiro al suelo.
"Tranquilo, no vengo a hacerte daño vengo a hacerte una oferta" dijo una voz misteriosa que parecía ser de una mujer.
"Supongo que eres el Justiciero que me estaba observando en el callejón y eres el que me siguió hasta mi casa" dijo Jason.
"Eres un caso interesante" dijo el Justiciero, "ve a la cafetería que esta en la esquina de esta calle, necesito hablar contigo".
El Justiciero soltó a Jason y cuando Jason giró, el Justiciero ya no estaba.