Airam entre lios...

¡¿Que me a pasado?!

El día después a mi incursión en el cementerio no tenía ganas de levantarme temprano, decidí dormir hasta tarde haciendome el sordo cuando me llamaron para desayunar, logré quedarme en cama hasta el medio día.

Me levante de la cama sabiendo que mi casa estaba vacía, vivo sólo con mis dos hermanos mayores y ambos trabajan durante el dia. A diferencia de mi que trabajo por las noches.

Ayer fue mi pequeña aventura mágica, «si se le pude denominar así», Era mi día libre así que aproveche para ir de friki e intentar algo que ya venía planificando varios días atrás.

Sintiendo la peresa y el sueño aún habitando mi cuerpo me dispuse a ducharme para despertarme del todo.

Cuando estaba pasando frente al espejo de mi habitación mire de reojo mi reflejo y me detuve seco donde estaba. Me quedé petrificado por unos segundos, prosegui a acercarme al espejo para ver que no sea imaginación mía lo que ante mis ojos se reflejaba.

—ESTO TIENE QUE SER UN MALDITO SUEÑO –grite sin poder creer aún lo que veía en el espejo–. En definitiva esto tiene que ser un sueño, algo friki producto de mi subconsciente–. Me proporcione la cachetada más fuerte que yo mismo me permiti, pero todo seguía igual –Ok tengo que hacer algo, pero antes, ¿Qué me pongo? No puedo buscar una solución totalmente calato ¿O Caleta?, necesito ayuda y un poco de ropa en definitiva.

Sólo existe una persona en quien puedo confiar para que me ayude ante esta situación tan alocado, aún que estoy seguro que primero me costará mucho que me crea.

–Aló larissa, se que esto te parecerá loco pero soy Airam y necesito que vengas a mi casa ya mismo –estoy seguro que ella pudo notar el sutil tono de súplica en mi petición.

–Disculpa flaca, no le entró a las tortas pero gracias de todos modos, pero ¿Y tu que haces con el celular de Airam?

–Oe camrem frustrada, te digo que yo soy Airam y necesito que vengas a mi casa y por favor trae varias mudas de tu ropa, cuando llegues ya te explico todo– Ni yo mismo lograba entender y planeaba explicárselo a ella.

–Ok, no se de que va todo este rollo pero iré a tu casa, juro que si esto es un chiste de mal gusto te costarán muchas comidas para que te perdone –dice ella algo desconfiada y es totalmente comprensible.

–Ven rapido y te preparo el almuerzo –Se que es vil de mi parte usar la comida como soborno pero esta situación la amerita.

–Santa virgen lunar, esto tiene que ser algo muy serio como para que en esa casa alguien se ofrezca a cocinar sin ser obligado antes –Tan linda mi amiga, al fin logra captar un ápice de la seriedad de este asunto –Ya rugiste.

Después de colgar la llamada me quedé pensando en cuál fue el motivo por el cual ahora mi conciencia se encuentra en un cuerpo de mujer «una bastante guapa, para ser franco».

Me encontraba tan absorto en mis pensamientos hasta que empecé a sentir un dolor de espalda algo intenso, yo lo aludi a una mala postura a la hora de dormir.

Continuara...