Prólogo•••

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-Mi nombre es Kyle, Kyle Broflovski...

-Mi nombre es Stan Marsh.

Interferencia, el ambiente del programa cambia radicalmente de uno donde estuvieran entrevistando a culpables o víctimas de algún suceso, por separado, a un jardín de niños, dos niños reencontrándose aunque ellos no tuvieran conciencia de que ya se habían conocido, ambas madres se saludaban con cariño y animaban a sus hijos a jugar con el progenitor de la contraría, con timidez de un pelirrojo y curiosidad del azabache, ambas madres se sentaron en una banca prometiéndoles que los vigilarían desde su puesto, ambos chicos sin la protección de estar detrás de su madre sé acercaron.

-Mi, nombre es Kyle, Broflovski...

-Mi nombre es Stan Marsh.

Ahí termina la pequeña y simultánea transmisión de ambos chicos.

Lástima que lo bueno siempre su final.

=====¿?=====

En unión pero en diferente dirección y lugar se apagan los despertadores ya sean del celular, del reloj de mano, el despertador matutino o la llamada de su madre o padre a la puerta, despiertan a los adolescentes hormonales de South Park con desgana y cansancio solo para otra insoportable jornada de clases que definirán tu futuro para que puedan entrar a una universidad por sus notas y lo que quieren estudiar para obtener una vida exitosa, puras mierdas y mentiras llenándole esas palabrerías a los niños, aunque ellos van más por simple compromiso u obligación, o hasta solo para calentar el asiento.

Aunque ciertos chicos que eran un dúo reconocidos no más y nada menos que Súper mejores amigos en South Park, se levantaban cinco minutos antes para agarrar aventurados sus celulares mandando un mensaje y riendo en unísono por la casualidad del asunto pero común en sí, un pacto que se hicieron apenas entrando a 6to grado en despertase cinco minutos antes y interactuar intercambiando palabras o planeando que harán el día de hoy o el siguiente o el siguiente, mientras se alistaban al hablarse en alta voz y al estar listos volver a llamada normal, así hasta terminar toda su travesía en charla telefónica y acabarla cuando salieran de sus casas para saludarse desde la entrada de sus casas, bajar las escaleras de esta para juntarse en la acera y caminar hacia su destino de la parada de autobús, siendo los primeros despiertos ya listos para ir al instituto solo por cinco minutos de adelanto.

Llegaron los otros integrantes del pequeño grupo después de varios minutos para así esperar el autobús que no tardó en llegar. Los pasillos se oían un intercambio sin fin de conversaciones que se juntaban y se perdía el ruedo de que están hablando, solo enfocándose en su tema de conversación audible para la persona con la cual le estés transmitiendo tu información que es un tema "importante" según ellos, ignorando a los demás y sus conversaciones, así encontrándonos nuevamente a los dos chicos hablando en los casilleros.

-Entonces irás a la fiesta?- pregunto emocionado el azabache a su amigo quien asintió firme y con seguridad.

-Ya debo irme apresurando a mi clase, nos vemos en la siguiente - se despidió de su súper mejor amigo el pelirrojo, tan puntual como siempre, tan legislativo, inteligente, tan ingenuo.

El azabache se despidió de este para ir de camino firme, sutil y seguro a su novia, si bien aveces le daba tendencias a revolverse le él estomago, aunque sea una genuina arma fuerte a los alimentos, según Cartman, podía controlarlos mucho mejor, sin mencionar que ya no la vomitaba encima y lo hacía en un cesto de basura cercano o alguna otra alternativa que no tenga que ver con vomitar encima de alguien, se notaba la confianza y astucia que tenía para ir hacia la hermosa chica azabache quien sonríe como un ángel en estos momentos antes los ojos azules de Marsh, que mal que ese resplandor no lo volverá a ver igual.

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