La vida de una chica y un chico especial

La noche de las almas rojas

Ya la noche había caído y el sol se había desvanecido,en un albergue habían varios hombres reunidos esa noche.

-¿Dónde están los que faltan?-dijo un hombre con traje elegante que era el superior de la banda.

-No lo se jefe parecen que han tenido algún problema-dijo unos de sus lacayos.

(De mientras fuera del albergue)

-¿Deberíamos entrar?

-No lo se.

-Si tardamos más nos va a caer una buena.

-Mejor entremos.

Los hombres abrieron la puerta y entraron con su banda pero alguien los observaba desde lo alto de un póster.

-¿Porque todos estáis heridos y con vendas?-dijo el jefe de la banda.

-Un chico de pelo blanco y ojos azules nos hizo esto...-dijo un poco molesto.

-¿Solo? ¿Sin ayuda de nadie?

-Solo él.

-Menudos lacayos estáis hechos sois unos inútiles.

-¡Lo sentimos jefe!-dijeron a la vez el grupo que estaban con vendas.

-En fin ¿Habéis conseguido alguna chica más?

-No jefe.

-Viendo el lado bueno tenemos una,pero esa chica ha dado problemas y tuvimos que amordazarla para que no hablara,¿Alguien os ha seguido?-dijo el jefe mientras lo miraba sospechosamente.

-No nadie jefe-dijo seguro.

De repente un ruido de una lata rodando hizo el silencio en el albergue.

-¡¿Quién anda ahi?!-dijo el jefe gritando mientras ordenaba coger sus armas.

En las sobras se veía unos ojos rojos como un rubí,el ser que salió de las sombras era un chico encapuchado.

-Si solamente es un crío-dijo entre carcajadas el jefe,¿Te has perdido?

-No solamente he venido a por vosotros-dijo con frialdad.

-¿A por nosotros? ¿Y que quieres de nosotros?-dijo el jefe curioso por saber la respuesta.

-Vuestras almas.

-Este niño ha visto demasiadas películas.

De repente alrededor el chico empezó aparecer un humo de color morado oscuro,los miembros de la banda se empezaron a preocupar y a ponerse nerviosos.

-Jefe ese chico me da mala espina-dijo asustado.

-Sólo son efectos especiales no debes asustarte-dijo con seguridad.

El humo subía por él cuerpo del encapuchado hasta llegar a la palma de sus manos,lo agarró y después de que el humo cogiera una cierta forma peculiar se convirtió en una guadaña.

-Jefe que tiene una guadaña-dijo asustado.

-¡Ya lo estoy viendo imbécil!-dijo gritando,¡Matar al niño!

La banda empezó abrir fuego contra el chico pero no surtia efecto por mucho que le daban en todo el cuerpo,el chico iba lentamente hacía la banda arrastrando la hoja de la guadaña en el suelo dejando una marca,cuando se quedaron sin munición en las armas se quedaron mirandole aterrados.

-Parece que es mi turno-dijo mientras sonreía de manera satisfactoria.

El chico empezó a correr a gran velocidad,ni siquiera le había dado tiempo a la banda a reaccionar,el encapuchado empezó a cortar partes del cuerpo con su guadaña creando una masacre de sangre y gritos de dolor,los que aún seguían vivos intentaron escapar pero cuando miraban para saber dónde estaba el encapuchado sus cabezas habían sido cortadas y ya estaban en el suelo manchando el suelo de un tono rojo.