CONMIGO.

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Otro día agotador para Kim TaeHyung, se estiró sobre la silla donde se hayaba sentado. Su espalda dolía por estar sentado allí durante varias horas, ahora mismo, lo único que deseaba era salir a algún lugar y tomar algo y tal vez no pensar en nada durante un largo tiempo.

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Y allí estaba el mayor, rodeado de mucha gente, a sus fosas nasales llegó un aroma muy peculiar, diferentes tipos de alcohol, y todos a su alrededor. Bebió de la copa llena de un delicioso alcohol que tenía en su diestra, mientras que con su vista inspeccionaba cada rincor de ese lugar. Se encontraban varias parejas bailando, otras muchas en grupos con amigos y luego se encontraba él, un alto ejecutivo tomando solo.

Se mantuvo inspeccionando la zona de baile hasta que su vista chocó con los ojos color chocolate –o eso lograba diferenciar con todas las luces de colores chocando contra la pista de baile– de un joven. Dejó el vaso vacío y caminó a paso decidido hasta el chico que se encontraba solo, meneando su cadera de una forma demasiado provocativa para cualquier borracho que estuviera cerca.

El de cabello negro divisó como el sujeto con el que había cruzado miradas se estaba acercando hasta donde él se encontraba. Se giró con un movimiento sutil sin dejar de bailar al compás de la música que se escuchaba por todos los altavoces del local.
Después de eso notó unas manos en su cintura y un calor en su espalda, una pequeña sonrisa se formó en sus belfos y continuó bailando sin detenerse.

Taehyung estaba realmente extasiado por los magníficos movimientos que realizaba su contrario. Se aferró un poco a su cintura y acercó su aliento a la oreja ajena.

—Bailas bien, chico. —Halagó sintiendo como el cuerpo del más joven era recorrido por un escalofrío. Taehyung era consciente que podía lograr eso y mucho más en cualquier persona.

—Supongo que gracias, tampoco te mueves mal. —Habló el de cabello negro moviendo de forma descarada su trasero en lo que se suponía eran la entrepierna ajena.

Un gruñido desde el fondo de la garganta del mayor escapó de su boca, logrando así que el menor sonriera en grande, mostrando sus dientes.

—¿Cuál es tu edad? —Habló Taehyung moviéndose al mismo compás que su contrario.

—Veintidós, ¿tú? —Dijo sintiendo pequeños besos húmedos en su cuello.

—Veinticuatro. —Definitivamente era el día de suerte de Kim TaeHyung.

Tomó al menor por la muñeca y se lo llevó a los baños masculinos. Al estar ya dentro el menor se abalanzó sobre él comenzando un fogoso beso. Sus músculos húmedos se encontraron e iniciaron una batalla, una que, claramente, estaba ganando el castaño. El pelinegro sacó una parte de su atrevimiento para succionar la lengua del mayor, logrando ganarse otro gruñido por la parte contraria.

—Mierda. —Gruñó el mayor aprisionando al menor entre su cuerpo y la pared, bajó su cabeza para repartir múltiples besos por la piel erógena del menor. Escuchando así la respiración algo agitada del más bajo.

El menor subió una de sus piernas a la cintura del más alto, logrando así acomodarse mejor, y poder torturar un poco al mayor con sus sutiles pero provocadores movimientos sobre la entrepierna ajena.

Taehyung ya podía sentir como su entrepierna se endurecía con rapidez, en cualquier momento su pantalón iba a sentirse apretado.

Las manos avilés de Jungkook acariciaban el pectoral marcado del ajeno, sintiendo la dureza a través de la camisa blanca. Un jadeo escapó de sus labios cuando el mayor lo tomó por los muslos traseros, por inercia, enrolló sus piernas en la cintura ajena. Las manos del castaño masajeando y apretando sus glúteos más los besos húmedos en su cuello solo estaban logrando que su mente se quedara en blanco, lo único que lograba era soltar pequeños jadeos.

CONMIGO ✿ TAEKOOK ONESHOT [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora