°Segundo Maknae°

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Taehyung estaba distante. Ya no hablaba mucho, comía solo dos veces al día -desayuno y almuerzo-, su hermosa sonrisa dejo de brillar, su cristalina y cálida mirada desapareció, se opaco; las muestras de cariño o atención que antes recibían cada uno de los miembros -si, hasta Yoongi- disminuyó hasta el punto de no verlas más.
Taehyung se la pasaba encerrado -claro, cuando no tenían que cumplir con su apretada agenda-, cuando salía de ahí -que era solo para lo necesario- sus ojitos se veían rojos; había estado llorando. Suspiró tras suspiró y el alma del segundo maknae seguía rota, pedazo a pedazo caía.

Los mayores y el menor se dieron cuenta; hasta Min se preocupó de su estado. Por supuesto que no lo demostraba, sería vergonzoso según él.

–Taehyung...

El mayor llamó pegando su oreja a la puerta para saber si escuchaba algo pero fue inútil. Estúpidas puertas de madera gruesa.

Después de algunos segundos recibió contestación.

–No tengo hambre hyung.

La voz rasposa y ronca de su menor lo alteraron, estaba genuinamente preocupado por el nuevo cambio que su menor estaba mostrando.

–Pero...

–Gracias hyung, pero no tengo hambre.

Y con ello no se volvió a escuchar nada. Seokjin estaba al borde de tirar la puerta hacia abajo y entrar, tenía un mal presentimiento... no quería que le pasará nada a su segundo maknae.

Suspiró y decidió alejarse de ahí.

No se dió cuenta que Yoongi estaba escondido detrás de una de las paredes, unas llaves brillaban en sus pálidas manos y la expresión seria que cargaba intimidaba un poco.
Estaba de mal humor y la ansiedad carcomia su cabeza, toda la casa se sentía extraña, ese castaño ya no hacía relajó junto a Hoseok, Jimin y Jungkook, ya no jugaban; Seokjin estaba mal y el líder trataba de acercarse al Kim menor. Se estaban volviendo locos, a un paso de la histeria.

Rayos, en serio que todo esto lo tenía demasiado mal.

Se encaminó a la habitación del segundo menor y con cuidado metió la llave para sacarle el seguro, la puerta cedió y con lentitud comenzó a abrir; la habitación estaba oscura y le sorprendió escuchar unos sollozos.

Taehyung estaba llorando, sin embargo, el alboroto lo condujo hacia el baño que había dentro de la pieza.
Su sangre se heló y tragó duro cuando vió a su menor tan roto, descuidado y vulnerable. Las lágrimas bañaban la ensombrecida cara de Kim y este no se percató de la presencia de su hyung.

Tae observó el frasquito de pastillas que tenía en la mano y sin tener verdadera conciencia de lo que iba a hacer, suspiró y abrió el botecito extendiendo la mano contraria y vaciando casi la mitad de las pastillas en esa gran palma.

Las observó, volvió a suspirar; estaba roto, clamaba por ayuda, pero no podía ser egoísta. Aquellos chicos que fueron su familia, compañeros, amigos y las personas que amó con todo el corazón tenían también sus problemas. Ellos no tenían la obligación de estar al pendiente de él o tan siquiera aguantarlo. Si le hubiera gustado algún consejo, pero, tal vez y ese era el destino que le tocaba afrontar.

Se vió al espejo... el reflejo de todo lo que aquellas personas estaban diciendo de él, todos lo mensajes de odio y desprecio hacia su persona. Todo y más de lo que habían dicho se vió reflejado en el vidrio.

Apretó la mandíbula y más segado que antes se dispuso a ingerir todo ese puñado de pastillas.

Yoongi le dió un fuerte golpe en la mano causando que las pastillas se regaran por todo el suelo.

–¡¿Pero qué demonios crees que haces mocoso?!

Estaba furioso y asustado, su cuerpo temblaba del miedo que sintió al interpretar las acciones de su menor.

Taehyung no respondió y observó con sorpresa a su segundo hyung.

¿Qué mierda hacia ahí Min Yoongi, el que menos lo quería y soportaba...?

La vida si que resultaba ser hilarantemente irónica; la última persona que creyó estaría ahí para él, le estaba observando sin poder creer sus acciones... vaya mierda.

°°°

Simplemente Taehyung [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora