El inicio de nuestro amor.. (LuDo)

Chapter #13

Todo parecía haberse calmado por un momento después de que la voz de Ramsés dejara de resonar por el alto parlante, por lo cual los piratas presos en aquel lugar trataban de buscar una manera de escapar, creyendo claro que aquel sujeto no podía escucharlos o verlos.

Que ingenuos.

Por su parte el joven pirata de sombrero de paja miraba aquel alto parlante mientras fruncía el entrecejo, sabía que ese estúpido anciano los vigilaba todo el tiempo así que sabía que los estaba mirando en ese instante.

No obstante, aquella misteriosa voz volvió a hacerse presente en la mente de Luffy, al mismo tiempo que murmuraba cosas inentendibles, lo cual resultaba bastante molesto para el chico. Éste se llevó ambas manos a los oídos para cubrirlos en un intento de callar vanamente dicha voz.

Doflamingo que estaba atento a su actuar le miro de reojo, pues aquellas actitudes de Luffy le hacían dudar de su cordura. ¿A caso le estaba afectando estar ahí?

—Oye... — le llamo frunciendo el ceño.

Luffy continuaba cubriendo sus oídos sin prestarle atención al mayor, no fue hasta que éste mismo le pegó con dos dedos en la frente que lo hizo.

― ¿Mingo? ¿Sucede algo? ― Preguntó el joven con una ceja alzada.

Doflamingo se acercó a él en silencio mientras fruncía el ceño. Al estar un poco más cerca estiró sus manos para cubrir los oídos del chico. Tal cosa extrañó a Luffy el cual parpadeó ligeramente ante eso. No entendía nada pero no preguntaría, ya que tal vez el contrario se molestaría por ello.

El rubio murmuró algo, pero el azabache no podía escucharlo al tener sus oídos cubiertos por las manos de éste.

― "No escucha" ― Pensó el mayor sin dejar de mirarlo. Quería ver porque actuaba tan extraño.

Luffy confundido por ello tan sólo lo miraba sin entender qué sucedía. ¿A caso el rubio tenía algo en mente?

Antes de siquiera pensar en una respuesta para ello de nueva cuenta se hizo presente como murmullos incesantes, que comenzaban a invadir la mente del joven otra vez.

Aquello tan sólo causaba molestia en el capitán el cual no entendía por qué sólo él la escuchaba ¿Qué era lo que quería? ¿Volverlo loco acaso?

Sin poder evitarlo el azabache cerró los ojos tratando de ignorar aquello, aunque era demasiado persistente a decir verdad. Estaba comenzando a hartarse de ello.

Doflamingo por su parte había notado aquella expresión en el menor, entendiendo lo que ocurría.

—Lo sabía — Murmuró viéndole mientras retiraba sus manos y comenzaba a jalar suavemente las orejas el chico.

Luffy lo miró ante eso con cierta confusión.

― ¿Lo sabías? ― Repitió confundido.

—Estas escuchando algo ¿Cierto? — Respondió afirmando aquello.

Luffy suspiró ante esa pregunta. No podía mentirle al rubio sabiendo que era muy perspicaz y se enteraba de algún modo de todo.

― Sí, pero no lo mencioné al creer que sólo era mi imaginación. ― Respondió mirando a los ojos al rubio, que aunque traía aquellas gafas sabía que lo estaba mirando.

Doflamingo suspiró de forma pesada.

— Parece que alguien nos está haciendo una broma... — Murmuró mientras se acercaba a él, casi rozando su nariz con la de Luffy, quería saber si era cosa de Ramsés.

Aquello sorprendió al azabache pues era la segunda vez que veía así de cerca el rostro de Doflamingo. Aunque el pensar en aquello dicho por el mayor le hacía tener sus dudas respecto a la voz, era demasiado confuso para él.

Doflamingo observaba al pequeño pirata en silencio, tratando de llegar a una conclusión de lo que pasaba.

― "No puedo permitir que quiten a este inútil de mi lado. Lo usaré para sobrevivir" ―Pensó al mismo tiempo que un plan llegaba a su mente, pero antes de eso...

Con una de sus manos tomó el mentón del muchacho para acercar lo que restaba de distancia del joven,acercando peligrosamente su rostro al contario. Sin mediar palabra alguna rozó sus labios para después besarle lentamente, sorprendiendo aún más al joven.

Luffy se quedó sin habla ante aquello, su cerebro había quedado totalmente en blanco por tal acción, tan sólo un pensamiento parecía flotar en su mente.

"Me está besando por sí mismo"

Debido a la sorpresa no sabía qué hacer, tan sólo se había quedado pasmado sin hacer nada, en espera del siguiente movimiento del rubio.

Por su lado, Doflamingo miraba de reojo a todos lados, quería saber de quién o qué producía aquellas extrañas cosas que le estaban pasando al azabache, y lo más importante el cómo podría solucionarlo antes de que fuera peor.

El mayor continuaba buscando una respuesta hasta que logró divisar un débil brillo en uno de los barrotes de la celda, con ello se separó del beso para mirar aquello que emitía dicha luz.

Sus orbes se fijaron en aquel collar alrededor del cuello de Luffy, el cual parecía emitir una pequeña luz intermitente, gracias a eso pudo encontrar una respuesta a lo que estaba aquejando al muchacho.

Doflamingo tomó aquel el collar con la mano mientras una sonrisa de victoria se formaba en su rostro, lo tenía.

—Así que de esto se trata ―Dijo soltando una risa molesta ― "Entonces si es obra de ese imbécil" ―Pensó.

Como signo de que había entendido lo que pasaba guió su mirada más allá del alto parlante, específicamente a uno de los pequeños den den mushi que los vigilaba, sólo para sonreír ampliamente.

Tal cosa no había pasado desapercibida para Ramsés el cual, al igual que Doffy, había correspondido con otra sonrisa. Sabía que aquel astuto sichibukai estaba deduciendo por donde iban las cosas, lo cual provocaba que las cosas se fuesen a poner aún más interesantes.

—Cuando escuches aquella voz dilo — Murmuró el rubio regresando su mirada al menor.

Luffy tan sólo asintió ante eso, aunque seguía sin comprender del todo lo que sucedía o por qué el rubio había dicho o hecho aquello.

Después de aquello el rubio optó por retirarse al mismo tiempo que tomaba asiento en el suelo, ya que sentía como el cansancio comenzaba a manifestarse en su cuerpo por lo ocurrido.

El azabache lo miró por unos segundos para después hacer lo mismo, soltando un suave suspiro dirigiendo su mirada a las otras celdas, en especial a las de Bartolomeo y Caesar, los cuales parecían haberse dormido en algún punto.

Cansado soltó otro suspiro mientras miraba al rubio de nuevo, notando así como éste apoyaba su frente en su mano libre, pensando algunas cosas.

Aquello intrigó al chico pues por alguna razón deseaba saber qué cruzaba la mente del contrario en ese momento. Por otro lado, Doflamingo trataba de armar aquel rompecabezas en su mente, creando diversas teorías sobre lo que podría ocurrir en un futuro.

Sin embargo, antes de conseguir crear una teoría solida con lo que tenía el rubio comenzó a dormirse, cabeceando un poco hasta que finalmente fue vencido por el sueño. Aquello sólo indicaba que no se encontraba al cien de su fuerza, ya que era muy raro en él quedarse dormido en un lugar tan peligroso.

Tal cosa hubiese captado la atención inmediata del joven pirata, si tan sólo hubiese estado despierto, ya que lamentablemente se había quedado dormido mucho antes que el rubio.

Todo parecía indicar que la tranquilidad por fin caería sobre aquellos dos piratas, sin embargo, nada estaba más lejos de la realidad, ya que una extraña melodía comenzó a hacerse presente desde algún punto de aquel lugar.

Ésta parecía provenir de una caja musical, la cual se acercaba lentamente por uno de los pasillos que conectaba las celdas. ¿Qué rayos era eso?

En otro lugar, sentado en aquella cómoda silla, se encontraba Ramsés, quien con una copa de vino en la mano tarareaba una pequeña canción que encajaba perfectamente con el ritmo de la caja de música.

Con ello una amplia sonrisa se había formado en su rostro al mismo tiempo que fijaba sus orbes en aquella pantalla, ansioso de que el espectáculo comenzara.