TE ECHO DE MENOS

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Era una noche lluviosa y el frio era insoportable, nuestras manos se congelaban, el cuerpo tiritaba, echados sobre la cama, la abrase y la envolví en mis brazos, nuestras manos se unieron y un calor comenzó a brotar de ellos, nuestros cuerpos dejaron de tiritar, el frio desaparecía con nuestro calor, con ese calor tan tierno y confortable de dos personas enamoradas, no había mejor manera de calentarnos.

Echados sobre la cama dos niños jugando a enamorarse, mirándonos fijamente uno con el otro, no dejaba de pensar en una sola cosa, en una pregunta.

¿Qué crees que pasa cuando te rompen el corazón?, le pregunte mientras le daba un beso en la frente. ¿Porque nos duele, porque nos lastima? Respiro hondo y con una tierna sonrisa me respondió. Tal vez nos duele perder eso que nos hacía sonreír. Tal vez es demasiada nostalgia que cuando se rompe nos hace pensar que ya nada será igual, que lo mejor ya pasó, que la vida pierde un color, que ya no volveremos a sentir lo que sentíamos con esa persona. Primero duele en la garganta, como si las palabras fueran las primeras navajas que se clavan dentro de ti, duelen los labios al extrañar a su otra compañera. Dan ganas de llorar y de gritar, de detener el tiempo y regresar. Creo que el amor duele tanto porque cuando se acaba se lleva los sueños, se lleva la vida que creías que era tuya, se lleva los planes y los viajes. Sobre todo se lleva una parte de ti, porque cava el hoyo y no lo tapa, te deja ahí con un hueco que no sabías que existía, que no sabías con que se llenaba antes. El amor nos duele tanto porque no recordamos como era vivir sin esa persona. Se aleja y a ti te toca entender que hacer con el desastre que te dejo. Y así, lentamente reconstruyes tu vida, escribes en tu libro nuevas historias, nuevas experiencias, encuentras nuevas amistades que tapan esos viejos recuerdos. Y cuando ya estás de pie, cuando la cortada va cicatrizando, conoces a alguien nuevo y le entregas tus sueños, esos sueños que esperas que esta vez en vez de romperlos; te ayuden a cumplirlos.

Me encanta, mirándola tiernamente a sus ojos, prométeme que nunca me romperás el corazón, le respondí acariciando sus mejillas y robándole un beso en sus labios,

Ella con una mirada tierna, acariciándome el rostro; te lo prometo.

Una promesa que jamás pudo cumplir.

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⏰ Last updated: Jan 23, 2019 ⏰

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