la vida es demasiado corta para darle importancia a todo...

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Hola me presento soy Salvador un chico promedio  de 21 años de edad, mi signo zodiacal es capricornio, no soy el sueño de nadie, solo soy alguien que le gusta trabajar y luchar por mis sueños. Digo que no soy un sueño por qué soy el tipico chico delgado, cabello negro, ojos pequeños color café oscuro, cabe mencionar que mis amigos me hacen burla por eso jaja y para terminar mido 1.67 cm, cómo dije el típico chico promedio.

Mi historia comienza a los 15 años en ese entonces iba a la preparatoria y era nuevo en la ciudad ya que por motivos familiares me mudé de Toluca a Querétaro para estar con mis papás puesto que en Toluca vivía casi solo por qué todo el día la casa estaba vacía hasta la noche que llegaban mis hermanas, bueno como decía era nuevo en la ciudad y no conocía a nadie por lo cual fue un cambio un tanto duro, pero bueno se trataba de empezar una nueva etapa.  Algo que recuerdo es que a inicios de prepa era muy tímido y siendo sinceros parecía nerd hasta por mi forma de vestir y no por qué me gustará vestir así si no que no tenía mucho dinero para comprar ropa a la moda.

Los primeros días en la prepa fueron un tanto aburridos pero pronto comenzé hacer amigos y de los primeros que recuerdo fue a mi amigo Carlos, mi amiga Móni y Lalo con quienes empecé a tener un acercamiento y con ellos compartía mis experiencias en lo poco que llevaba de prepa solo que les ocultaba un secreto y digo secreto por qué me costó mucho tiempo asimilarlo, no quería que me rechazaran o pensaran mal  de mi ya que soy "gay", en ese entonces tenía miedo y más por qué mis papás no sabían.

Al paso del tiempo fui conociendo a los que se convertirían en las personas más importantes de mi vida y hablo de mis amigos Brenda, Lety, los antes ya mencionados Móni, Lalo y Carlos, ellos fueron pilar de mis futuras decisiones y no por qué me obligarán o algo por el estilo si no por qué gracias a su personalidad a su forma de ver la vida sin darse cuenta me enseñaron a tener confianza en mí, a cambiar ese chico tímido por alguien más activo, sin miedo al qué dirán.., se convirtieron en mis mejores amigos. Sin embargo, había algo que no me dejaba estar en paz y era el miedo a no ser honesto con mi familia, me atormentaba la idea de no poder decirles como me sentía.

Toca hablar de mis padres, para mí son lo mejor que tengo, las personas más amables y cariñosas del mundo a las cuales les puedes hablar con la verdad y te van a entender o tratar de buscar una solución, bueno eso si hablamos antes de que saliera del " closet" con ellos. Ya antes había pensado seriamente en hablar con ellos sobre mis preferencias, tarde en conseguir el valor para hacerlo y no por qué me gustará algún muchacho si no por el hecho de que no quería ocultarles nada. Ah!!! Pero que nervios, ¿Cómo podía empezar el tema?, ¿Cuándo sería el momento adecuado?, ¿Cómo reaccionaran?, Miles de preguntas rondando mi cabeza, ¿Sentía miedo? Puff... Cómo describirlo, era la sensación más horrible que he experimentado, ¿De verdad estaba listo? Creo que nadie lo está...

El miedo ha decepcionarlos me invadía, pero que podía hacer yo, solo quería libertad y dejar los miedos atrás.

Este será el momento...

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Hola de nuevo a todos, esta es la primera parte de mi historia y me gustaría que me acompañaras a descubrir juntos " lo que esconde una mirada", estoy dispuesto a contestar preguntas personales por qué quiero ser transparente para que no solo conozcan a otro chico gay contando su historia si no a un amigo en quien confiar.

Lo que esconde una mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora