¿No les ha pasado que ven algo (o alguien), y parecen petrificarse? Eso me acaba de pasar. Estoy segura de que estoy tan blanca como un papel.
Qué pena.
Me volteo rápidamente hacia la chica frente a mí, y me despido dándole la mano.-gracias por atenderme tan bien- le digo con una sonrisa que seguramente hace notar mis hoyuelos.
-Gracias a ti por comprar en la Floristería Johnson. Cuando quieras volver, eres bienvenida, ojos verdes.
Le doy una sonrisa de medio lado y aun sin soltar su mano me presento oficialmente con ella, la verdad es muy agradable.-Sofía-le digo. Yo si sabía su nombre porque lleva una plaquita en su camisa con el mismo: Venus
Hay personas que al conocerlas te das cuenta de la química que puedes llegar a tener con ellas.
Venus es una de esas personas, es demasiado divertida, no como la mayoría de los empleados de tiendas, que tienen caras largas y al atenderte puedes notar el fastidio en su cara, y en sus gestos.
Me doy media vuelta y lo veo, no directamente, pero sé que está allí. Solo me dirijo a la puerta y le paso por un lado, y ni lo veo. El me ve de arriba abajo y se limita a verme. No dice ni una palabra. Nada, lo cual es algo bueno porque de lo contrario, seguramente se volvería incómodo.
Cuando llevo al menos media cuadra de distancia volteo hacia la floristería y puedo notar que me estaba observando, directamente, y el, al verme se gira hacia la tienda y entra en ella.
Me alejo de la tienda algo confundida pero de lo que si estoy segura es que es un maleducado, el idiota ese. Casi me atropella, y ni siquiera pide disculpas, agh.
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Ya van a ser las 5 de la tarde de un viernes y creo que no podría estar más aburrida.
Solo camino calle abajo con las flores entre mis manos y antebrazos, y escucho que gritan de lejos...
-¡Perris!- no hace falta verlo para saber que es él. Mi mejor amigo: Marco- ¡espérame!
Está del otro lado de la calle. Cruza y se acerca a mí, ambos corriendo para abrazarnos y gritando como niños de primaria, lo abrazo sutilmente para no aplastar el ramo que llevo - ¿De dónde vienes? ¿Y estas flores?- dice señalando el arreglo que tengo.
-Es algo que mi Cristina me dijo que buscara- llamo a mi mama por su nombre, no sé, solo es costumbre.-solo dijo "búscalas"- imito burlonamente a mi mama.
-¿Qué harás hoy?- pregunta Marco, pero puedo notar que quiere invitarme a algo. Lo conozco muy bien.
-¿Quedarme en mi casa?- digo sarcásticamente.
-No, cariño, hoy vamos a salir. Ya hable con Cristina y dijo que estaba bien. No tienes escapatoria.
Que fastidio, Marco siempre quiere sacarme de mi tranquilidad- Yo me quería quedar jugando Mortal Kombat y escuchando a Anuel AA a todo volumen en mi sala- le digo a Marco, con una pequeña sonrisa de boca cerrada.
Seguimos caminando hasta llegar al frente de su casa (él vive muy cerca de mí, igual que Michelle)- espera aquí - me dice, entrando a su casa.
Pasan aproximadamente 15 minutos cuando sale. Ya me iba. Está vestido con una camisa manga larga de cuadros blanco y negro, un blue jean y unos converse negros con blanco y parece que se ha echado perfume, huele muy bien, y se peinó.
Escucho que se despide de su familia y se acerca a mí- Ahora vamos a ponerte bella- eso si tengo yo, que cuando me voy a arreglar para salir tardo como una hora maquillándome y arreglándome.- prepárate- dije riendo.
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En sus ojos.
Teen FictionSofía es una chica de 17 años con una realidad bastante monótona, y no esta muy a gusto con ello. Su madre no le presta la suficiente atención y es hija única, la acompaña su hermanastro: Diego y su compañía diaria es su mascota: Taffy. Se la pasa l...