97.- Who are you? (Bunny)

Capítulo único

No es que no se cayeran bien, es que se odiaban a muerte.

Pero al mismo tiempo se amaban hasta reventar.

¿Que irónico, no?

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Nuevamente estaba con los prismáticos desde lo alto del edificio, suspirando como una colegiala enamorada, y en si, lo admitía, estaba perdidamente enamorado del chico más buscado de la escuela, y si, estaba consciente de que no tenía ni una sola oportunidad y menos tras la cantidad de chicas tirándole los trastos día tras día, después de dejar a una se iba con otra al día siguiente, y en si, se lo conocía por mujeriego, pero nadie se lo recriminaba, después de todo estaba en la edad, que desgracia que en esa edad él mismo chico tan vulnerable pero malicioso, llamado Profesor Caos, o, como todos lo conocían sin esa maligna faceta, el inocente y dulce Butters, hubiese desarrollado esa atracción hacia él, por suerte se acercaba a él gracia a su amigo Cartman, con suerte era capaz de estar a su lado, aunque sea poder ver o más bien admirar su mirada en los ojos azules con toques violetas, y es que él era tan perfecto que era el centro de su mundo y en quien siempre pensaba cuando tenía miedo o dudas, ¿Que haría él? Y la mayoría de veces, dadas a las formas de ser de ambos no le ayudaba en absoluto, pero valía la pena perder sus pensamientos en una persona como él.

Y no es que estuviera en lo alto de ese edificio mirándolo con prismáticos y soltando suspiros por mero sentimiento de amor, no, estaba... Estaba buscando pruebas... Pero... Pero Kenny y su sonrisa perfecta lo entretuvo y distrajo de su plan inicial,  bajó los prismáticos con una mueca en el labio con una apariencia de sonrisa pervertida, algo muy poco usual en él y después se dio cuenta de que estaba babeando, agitó la cabeza para despertar de ese trance en el que no podía quitarle la mirada al mediano de los McCormick. Tras él, el general desorden lo miró confundido por ese rojo profundo en sus mejillas, pero no dijo nada. Caos, en cambio, entró en el edificio en el que estaba su base de villano, suspirando profundo, no podía concentrarse en la enorme pantalla con fotografías tachadas o marcadas de sospechosas sobre la identidad de Mysterion y los lugares donde había descartado esas mismas posibilidades de que los tachados no fueran él, le daba tanta rabia no saber quién era para destruirlo sin piedad. Su mirada se perdió en la fotografía de McCormick, tomada por el general desorden ya que a él le resultó imposible, sus manos temblaban demasiado cuando lo miraba y era incapaz de aguantar una cámara y mucho menos hacerle una fotografía, y que desde ese ángulo se veía una sonrisa radiante, seguramente hecha durante alguna charla con los chicos de su grupo en las que acabó riendo por cualquier tontería, suspiró sonriendo tierno y se recostó en la silla, mirando el techo, su mente solo estaba pendiente de él y no por lo que debía de estar.

Debía distraerse un poco, pero a su mente solo le bombardeaban las imágenes del rubio, pensando en él sin la capucha, pocas veces se la quitaba del todo, si, la bajaba un poco de la cremallera y eso daba una visión perfecta de su rostro entero, pero muy pocas ocasiones se quitaba la capucha entera, y eso lo había visto en contadas ocasiones, era tan... Agitó la cabeza para concentrarse, nuevamente pensando en McCormick, ya estaba hartándose de ese no correspondido amor, porque no era inocente del todo, sabía que Kenny no iba a corresponderle.

Por obvias razones de la heterosexualidad de Kenny.

Se levantó de la silla y miró las fotografías y los hilos negros que las unían a las chinchetas, evitando perder la mirada en Kenny una vez más, de cualquier modo, había dos líneas rojas que terminaban en el rubio, por evidencias del físico de Mysterion y el de Kenny, y eso hacia que su vista se viera perturbada en él de un modo algo apenado, pues si realmente resultaba ser Kenny el que se escondía tras esa mascara y capucha, sería incapaz de atacarlo, no solo por los sentimientos que tenía hacia él, sino porque no era capaz de dañar a un amigo. en cambio si resultaba ser cualquier otra persona no le dolería tanto...