Estaba sentado en el asiento del co-piloto del coche prestado de Michael.
Sinceramente, no sabía cómo habíamos acabado en uno de los miradores más bonitos de Sydney.
Desde el lugar donde nos encontrábamos teníamos unas vistas preciosas de la gran ciudad. Se veía la playa al final de las casas, y podías ver todas las calles iluminadas, ya que era medianoche.
Noté un brazo pasar por mis hombros, me giré y vi a Ashton mirándome con una gran sonrisa.
- ¿Te gusta? -me dijo.
- Aunque me lleves a un descampado con olor a podrido, será el mejor lugar si estás conmigo.
Apoyé mi cabeza en su pecho y cogí su mano izquierda para acariciarla suavemente.
Nos quedamos los dos en un silencio profundo. No se escuchaba nada, salvo algunos coches que pasaban por detrás nuestro, y los grillos cantando bajo las estrellas.
- ¿Sabes? -habló Ashton. Levanté mi cabeza para mirarle-. Siempre he querido estar así con alguien.
- Así, ¿cómo? -pregunté.
- Así de enamorado.
Sonreí y le besé. Anhelaba sus labios desde el momento en el que arrancó el coche para traernos aquí.
Ashton me cogió de la cabeza para juntarme más a él, mientras yo le revolvía el pelo.
Tanteé con mi mano izquierda para desabrochar mi cinturón de seguridad, echándolo a un lado, para que pudiera apegarme más a él.
Me subí como pude a sus piernas, causando sorpresa en mi chico, que me miró sorprendido.
- Luke, te he traído aquí para pasar un rato romántico, porque dijiste hace unos días que no lo era.
- Pero... quiero hacerlo, Ash... -me mordí el labio mientras le miraba seductoramente.
- Pero yo no. -me dijo serio.
Metí mi mano entre nosotros, tocando el bulto de sus pantalones.
- ¿En serio? Tu cuerpo no dice lo mismo... -sonreí.
Apreté mi agarre sobre su erección y ahogó un grito.
- Mierda, Luke...
Sonreí de nuevo. Estaba consiguiendo mi objetivo: poner cachondo a Ashton.
Vi como echaba su cabeza hacia atrás.
- Eres muy puta, Hemmings.
Me acerqué a su cara y le miré.
- Soy tu jodida puta.
Le besé con fiereza, algo que aprendí de él, mientras me movía en círculos encima de sus piernas. Le escuché gemir varias veces en mi boca, pero no nos separamos durante unos largos minutos.
Cuando lo hicimos, Ashton tiró de una palanca que había en el asiento y el respaldo se echó hacia atrás, causando que me cayera ecima de él.
Le saqué la camiseta con rapidez y la tiré hacia el asiento trasero del coche, y empecé a besarle el cuello, mientras escuchaba cómo gemía sin control.
Bajé mis besos hasta su pecho, haciendo que me echara para atrás, intentando mantener un pequeño espacio entre su pecho y mi cuerpo.
Cuando iba a agacharme para besarle, noté que Ashton me puso su mano en mi frente.
- Levántate un momento.
Me senté en el asiento del copiloto, y mientras me quitaba la camiseta, vi cómo se echaba lo máximo que podía hacia atrás, teniendo un pequeño hueco en el sitio donde iban las piernas.