Capitulo I

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El aroma de sangre volaba por los aires empapando las fosas nasales de quienes peleaban en el momento.

Ardientes brisas volaban entre el campo, iluminando los cuerpos de valientes. El dolor era palmeable para ella.

Sus brazos eran adornados por el frío. La ira se veía con traslúcides en sus ojos. Palabras con dolor y rabia salieron de sus maltratados labios.

La diosa de largos cabellos dorados se había desvanecido en ese momento. Aquella diosa encargada en cuidar y proteger el árbol había muerto. En cambio en ella había nacido la maldad, su cabello era adornado con el color del carbón, la piel era pálida. La transformación era inevitable.

Sus labios temblaban por el odio acomulado. Sus palabras fueron escuchadas sin importancia por los demás dioses.

Grandes y frías cuchillas traspasaron su cálido pecho. Destruyendo la que antes había formado parte del círculo de los dioses de luz. Dándole fin a lo que una vez fue amado.

La guerra se desvaneció por su muerte. Provocando que los demás dioses pronunciarán un juramento. Entre ellos el poderoso Zeus; proteger a la tierra de todo aquello que amenazara a llevarla a la destrucción. Si era necesario matar a uno de ellos lo harían sin pensar. Proteger a sus creaciones era lo indispensable.
Se dice que los doce dioses del Olimpo volvieron a los cielos, para restablecer todo lo que había sido destruido por la avaricia de Amateus. Aquellos dioses lamentaban la pérdida de su compañera, al final; ella era parte de su familia.

La historia de Amateus ha sido utilizada en varias ocasiones para inspirar varios poemas que son escuchados hoy en día. La transformación que una persona puede tener por la avaricia, el poder y el control.
Una historia llena de odio y tragedia de confianza y de traición.

Escrito por: Miracle Madison

El libro que era leído en el momento fue cerrado con delicadeza. Su mano fue pasada con suavidad por la hermosa figura grabada en la dura pasta, delineando los bordes. La mirada de la rubia se levanto para ser colocada en el chico que la acompañaba.

-¿Acaso te aburrí?-Una sonrisa juguetona salió de los labios. Provocando una mueca en el del cabello platino.-Oh... ¿eso es un si?-

-Bueno a decir verdad me aburriste desde que entramos al bar-Aquel chico de ojos avellana sonrió con burla.-Lo único bueno de la noche ha sido la bebida- sonrió.

-¿Acaso solo encuentras a chicas lindas para coquetear, llevarlas a un bar, para después traerlas a tu departamento y tener sexo con ellas? Bueno si es así, a mí me gusta tener por lo menos una conversación amena Erick- La rubia coloco con cuidado el libro en la mesa de noche. Sus ojos azules miraban con molestia al mencionado.

-Bueno si, pero nadie dijo que eras bonita cariño. Rompiste mi ritual-

-Eres un imbecil-

-Dijiste que te gustan los hombres sinceros. ¿Por que te enojas si lo único que hice fue responder tu pregunta con toda mi sinceridad?-

Aquella rubia se levando del borde de la cama, tomando su bolso con brusquedad para salir. Pero antes de llegar a la puerta. El chico pasó con rapidez su brazo por la cintura de su conquista.

-¡Suelta me! Eres un imbecil Erick. En cerio tenía que haber escuchado a Palmer de no salir contigo. Ni siquiera estás dispuesto a tener una maldita plática.-

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2019 ⏰

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