—Payne, Stevenson quiere verte en su oficina —dijo un hombre acercándose al escritorio de Liam.
—Esta bien, ya voy —manifestó el castaño y dejando un folder amarillo sobre su escritorio se puso de pie— ¿Dijo para que? —preguntó levantando su vista a su compañero de trabajo.
—No, pero yo creo que es algo relacionado con el FBI —informó sentándose en la silla de su escritorio.
—¿El FBI? —Liam preguntó curioso mientras se cruzaba de brazos.
—Tal parece —dijo encogiéndose de hombros— Bueno por qué no vas y lo averiguas —comentó con una sonrisa.
Payne, con un suspiro se dirigió a la oficina de su jefe caminando por el pasillo a paso firme.
Paul Stevenson, un hombre de unos 57 años, con una estatura de 1.64 mts, con un cuerpo regordete, el cabello gris, unos cansados ojos azules que a lo largo de su vida laboral vieron muchas cosas horrendas.
Esa era la descripción de su jefe, una persona respetable.
Llegando a la puerta de la oficina soltó un suspiro y golpeó levemente, después de escuchar un 'adelante' audible abrió la puerta.
—Disculpe señor, ¿me mando a llamar? —dijo Liam adentrandose en la oficina.
—Así es Payne. Pasa y siéntate por favor —habló el hombre levantando la mirada de unos papeles que tenía en sus manos, señaló la silla que estaba disponible ya que en la otra se encontraba un sujeto que nunca había visto— Liam, éste es el agente Cole Holloway, trabaja para el FBI —informó.
—Mucho gusto —saludó Liam extendiendo su mano— Soy el agente Liam Pa-
—Liam Payne, lo sé —Lo interrumpió Holloway poniéndose de pie y devolviéndole el saludo, por lo que Liam lo miró algo raro —Hemos oído mucho de usted agente Payne.
—Espero que cosas buenas —dijo soltando su mano para así sentarse.
—Téngalo por seguro —repuso el hombre sentándose también.
—Bueno Liam, te mande a llamar porque necesito que veas esto —manifestó el jefe de Liam mientras le entregaba los papeles que antes estaba leyendo junto a un folder negro.
Liam leyó rápidamente los papeles para después abrir el folder y de ella sacó fotografías que mostraban dos cadáveres de niños y uno de adulto, mas específicamente el de una mujer, en algunas se podía observar que los cuerpos de los infantes estaban quemados en un sesenta por ciento, la mujer estaba mutilada en algunas partes de su cuerpo, y al final se mostraba a un cadáver masculino, si es que se le podía llamar así ya que eso parecía todo menos un cuerpo. Lo que se veía era realmente una masacre. A decir verdad si no hubiera sido por la corta leyenda al reverso de de las fotografías no habría entendido las imágenes.
—Esas son fotografías tomadas hace 3 días en el sur de Edimburgo —comentó Stevenson— Se estima que llevaban cuatro días así hasta que llegaron los forenses.
—¿Qué dice la investigación? —preguntó Liam— ¿Tienen posibles sospechosos?
—Fueron unos sicarios, lo hicieron muy bien —manifestó el agente del FBI— ¿Ves las fotos? ¿No te parece extraño la forma en la que los asesinaron? —preguntó señalando las fotografías.
—Es como... Cómo si tratarán de dejar un mensaje, una advertencia —dedujo Liam— ¿Quienes eran éstas personas?
—Exacto —estuvo de acuerdo Cole — ¿Sabes quién es él? —cuestionó poniendo una fotografía sobre el folder negro que Liam sostenía en las manos.