A la carga

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El barco seguía navegando con total normalidad, la pequeña escenita de la mañana había pasado desapercibida por casi todos, menos para Zoro, que ya empezaba a sospechar de la arqueóloga... le estaba dando mala espina.

Mientras, Robin se encontraba recostada en su habitación tranquila, lo planeó todo a la perfección, tenía un lindo vestido que le quedaba algo corto, por supuesto que lo usaría, con la excusa de que hacía demasiado calor... mientras pensaba de vez en cuando una que otra estrategia, en poco tiempo ella y el espadachín estarían solos en el barco.

De repente la arqueóloga se sobre salta un poco al escuchar unas risitas fuera de su habitación.

-Shishishi, ya quiero llegar, espero que haya comida deliciosa

-Claro que la habrá... y quizás otras cosas divertidas también

Eran Luffy y Nami.

La conversación era algo divertida, Luffy con su inocencia y Nami con su lujuria... Robin sentía algo de envidia, Nami era suertuda por estar con el hombre que amaba, el cual no fue tan difícil de conseguir, sin embargo ella aún estaba estancada.

-Lo conseguiré...- Murmura Robin para sí misma

...

La pelinegra sale de su habitación, era temprano y quería un poco de aire fresco.

-Bien, tengo que estar preparada...

De repente a la arqueóloga se le aparece una idea en su cabeza ¿y si acelera las cosas un poco?

-Fufufu, tengo una idea

La arqueóloga comienza a caminar en dirección a la habitación del peliverde, el cual en mucho tiempo no había salido de esta, pensaba que quizá se había quedado dormido.

Robin llega y evidentemente... Zoro estaba dormido, completamente desparramado en la cama, roncando y con la mandíbula muy abierta, la pelinegra estaba algo nerviosa, aunque la posición del espadachín no era la más sensual posible, el hecho de verlo en ese estado tan... desprotegido, en un estado donde ni se daría cuenta de que mosca le picó... la incitaba a... no paraba de mirar sus labios, si la mandíbula abierta no ayudaba mucho, pero de igual manera le era imposible resistirse.

La arqueóloga empieza a acercarse peligrosamente al peliverde, que seguía sin percatarse de su presencia, Robin sabía que no debía caer en tentación, ella debía mantenerse misteriosa para el, pero a la vez coqueta, quería confundirlo para después intentar que confesara todo, ese era su plan... y no quería que se arruinara por una tentación.

Entonces, se le ilumina nuevamente la mente... últimamente estaba teniendo ideas improvisadas muy buenas.

La arqueóloga se acerca más y más al espadachín, que seguía durmiendo plácidamente, tras esto se posiciona cerca de el, recostándose un poco en la cama también, pegándose casi por completo a el, seguido a esto, acerca su rostro al de su objetivo, sentía su respiración jadeante y sus ronquidos, lo que le daba un poco de cosquillas, pero para ella sería suficiente.

Robin se queda posicionada ahí, sin moverse y sin quitar su vista del peliverde, le parecía divertido lo ocurrido. De repente... 

-*Ronquido* *Ronquido*... Jum.. hum....- El espadachín empieza a abrir los ojos.- ¿Huh?

-Buenos días espadachín san.- Dice la arqueóloga con una sonrisa disimulada.- O debería decir tardes

-Huh... Ro-Robin.- El espadachín cierra de nuevo los ojos, pero un instante después los abre de golpe.- ¡¿ROBIN?! 

-Y dígame espadachín san... ¿que ocurriría si un enemigo busca asesinarlo y lo encuentra en esta posición con la guardia tan baja?

-¡Ah! ¿¡Que carajos haces aquí!?

Los Reyes Oscuros / ZoRo (Zoro x Robin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora