Capítulo 3

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Pov Poché

-Por fin en casa- dije mientras bajábamos del avión

-Así es Pochesita, ¿vienen a recogerte o te irás sola?- preguntó Paula caminando a mi lado

-¿Vienen por mi y por ti?- pregunte mirando su cara mientras esperábamos las maletas

-No, yo tomó otro vuelo a Medellín, iré primero a ver a mi mamá antes de ver a los chicos- respondió suspirando

-Ya veo, pues vas con mucho cuidado Pau, me escribes cuando llegues, mándale saludos a tu mamá de mi parte- tomamos nuestras maletas y caminamos hacia la salida -Bien, te quiero estúpida- le dije dándole un fuerte abrazo a lo que ella respondió igual

-Cuídate mucho, salúdame a tu papá y a Vale de mi parte- beso mi frente -estamos en contacto- soltó mi mano y comenzó a caminar hacia otro lado, yo seguí caminando hacia afuera, cuando me di cuenta que alguien venia atrás corriendo con varios hombres detrás, cuando pasó por mi lado rozó su hombro con el mío y sentí su delicioso perfume

-¡DANIELA!, ¡DETENTE POR FAVOR!, ¡UNA FOTO!- escuche que gritaban los hombre que ibas tras ella, así que me pare junto a uno que paró un momento a descansar

-Disculpe señor, usted sabe ¿Quién es aquella chica?- pregunte con educación

-¿Cómo?, ¿No la conoces?- preguntó el asombrado -Ella- señalo su espalda de aquella chica -es Daniela Calle Soto, la hija de Germán Calle el presidente de la federación de Golf Colombia, y también es pianista pero eso no es lo más relevante en su vida- agregó eso último restándole importancia, en ese momento me di cuenta que son reporteros los que la siguen, pobre de ella, no ha de tener privacidad alguna

-Muchas gracias, con permiso- dije retomando la tarea de caminar un poco más rápido para llegar ya con mi familia

-¡HIJA!- escuche el grito de mi padre a mi izquierda, cuando lo divisé corrí hacia él, cuando me di cuenta que estaba Vale junto a él y esta igual salió corriendo a mi encuentro

-¡Poché!, ¡Vale!- gritamos al mismo tiempo mientras nos abrazábamos -Te extrañe tanto pulga- dije llorando de la emoción de poder tocarla de nuevo, cuando me soltó sentí los brazos de mi papá rodeándome un poco fuerte

-Papá, igual a ti te extrañe, pero necesito un poco de aire- dije riendo, él me soltó

-Disculpa hija, es la emoción- se excusó mientras nos reíamos

El tomo mis maletas y nos dirigimos hacia el auto, ayude a mi papá a subir las maletas a la cajuela, cuando terminamos Vale me dejó sentarme en frente -¿Y ese milagro que me cedes el lugar?- pregunte divertida

-no te acostumbres, es solo por hoy, mañana volveremos a competir por conseguirlo- y me miró con su cara de burla

-Ya decía yo que algo estaba raro- dije negando con una sonrisa en la cara

Papá manejó hasta la casa y en el camino les conté un poco sobre mi estadía en México, los lugares donde pude ir, les conté también sobre mis amigas y mi ex, ellos aun la quieren porque, por dios, quien no puede querer a una cosita tan tierna como Makis, también les dije los saludos que les mando Pau y les conté el porqué no se quedo acá en Bogotá conmigo.

Llegamos a la casa e inmediatamente me recibió Mango, el gatito de la casa, me agache para alzarlo -También te extrañe bola de pelos- le di un beso en su cabecita y lo volví a poner en el suelo para ayudar a Papá a bajar las cosas

Les mentiría si dijera que mi casa seguía igual que como la deje, tiene unas cuantas cosas distintas, pero son pequeñísimos detalles, sin contar que todas las cajas de la mudanza de México estaban en la sala, no las vendí por el simple hecho que en cuanto encuentre un trabajo me iré a rentar por mi cuenta y voy a necesitar esas cosas

Hasta Que Te ConocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora