Había

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Aristóteles Córcega, estaba en el lecho junto a su esposo Cuahtemoc López el día en que todo sucedió.

Los guardias hacían sus rondas habitualmente, no pasaban de más de las ocho de la mañana, todo apuntaba que sería un día tranquilo excepto por el terrible plan de la reina malvada.

Aquella que alguna vez paso de ser una dama a la reina de todas las tierras en contra de su voluntad y todo a consecuencia de que la pequeña blanca nieves no pudo guardar un secreto.

Aunque el blanco de su ira era blanca nieves, su ira se extendió contra todos en el reino, ese cuento de la más bella es algo que a travez de la gente se extendió.

Lo que sucedió en verdad fue una tragedia, en consecuencia de las acciones de la niña en ese entonces.

Una bella dama entro a la habitación de ambos junto al servicio para levantar a ambos nobles.

Aristóteles y Cuahtemoc habían tenido que afrontar muchas batallas, contra seres malignos, tiranos y debido a esto ganaron su lugar entre la nobleza.

La servidumbre le coloco a "Temo" ,como le acortaba el nombre Aristóteles a su esposo, una faja mientras aun lidiaban con "Aris" para intentar levantarlo.

Temo se acerco lentamente a su esposo mientras le pidió a la servidumbre que se retirara, le acaricio el rostro un poco con el pulgar

-Ya despierta cariño- le dijo en un tono suave y dulce

-adoro que me digas cariño, y adoro aun más despertar viéndote al rostro- dijo empezando a abrir sus ojos

Acercaron sus labios y cuando sus respiraciones se empezaron a mezclar, fueron interrumpidos por el grito de Grumpy, uno de los enanos de la guardia real de BlancaNieves "¡Ya viene!"

Ambos se levantaron rapidamente y agarraron sus espadas se colocaron unas capas y fueron rápidamente a atender el llamado, buscando el origen del llamado de auxilio se encontraron con unos guardias de la reina, Una invasión al castillo había comenzado.

Un duelo entre la joven pareja y los despiadados guardias había comenzado, los despiadados guardias desenvainaron sus espadas.

Cuahtemoc tenía miedo, mucho miedo, desde el día en que la reina proclamo que haría hasta lo imposible para separarlos de sus seres queridos.No hacía falta ser un genio para saber lo que estaba pasando, finalmente la terrible profecía de la reina estaba sucediendo.

Aunque ya varios sabios habían previsto el daño del hechizo Cuahtemoc aun no podía soportar la terrible noticia.

"-Todos olvidaremos quienes somos, a nuestros seres queridos y seremos separados de ellos, es lo único que podemos saber, lo que suceda después del hechizo lo desconocemos-"

Eso implicaría olvidar a Aristóteles, a aquel chico de cabellos rizados con el cual batallo intensamente por su amor.

Cuando se conocieron no lo supieron inmediatamente, pero lo empezaron a sospechar, la enorme tensión que parecía cargar el ambiente, el siempre buscarse parecía ser una costumbre que cargaba por años, incluso pudieron librarse de aquel terrible hechizo de sueño eterno que le impusieron a Aristóteles cuando su padre se entero de su relación.

Audifaz, el padre de Aristóteles no veía correcta la relación de este par de "desviados" según el, en su impulso por "devolver a Aristóteles por el buen camino" lo indujo al hechizo de sueño para que una "buena muchacha" pudiera despertarlo.

Cuahtemoc en cuanto se entero de esto busco desperadamente el lugar donde se encontraba Aristóteles, si debemos ser sinceros, tenía miedo.

Miedo de que Audifaz tuviera razón, que lo que sintieran no fuera capaz de romper el hechizo, de que lo que sintieran no fuera real, que todo por lo que había luchado fuera en vano.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2019 ⏰

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