WHEREVER YOU ARE 君 LUKUN

because of you ✦ 사랑❜

난 니가 필요해
; capítulo únicoˊ̖-

La brisa de la mañana agitaba sus cabellos con ligereza y refrescaba su rostro de manera agradable. El sol apenas se asomaba y ninguna nube se atrevía a cubrir el despejado cielo. Tan sólo hacía falta que los pájaros cantaran en lugar de que los autos pasaran ruidosamente aportando contaminación acústica al ambiente al que por poco denominó como perfecto. 

La sonrisa en sus labios exteriorizaba sus alegría y el sonrojo en sus mejillas delataba su vergüenza al atraparse a sí mismo imaginándose dando una caminata por el parque en plena mañana tomado de la mano de su novio mientras actuaban como el par de tontos enamorados que eran y el clima estaba a su favor. Se tomó la libertad de visualizar aquel hermoso panorama con una relajante melodía de piano como banda sonora en el fondo en lugar de los insultos de los chóferes que traían prisa y con los pétalos de las flores de los árboles cayendo delicadamente sobre ellos. 

Terminó riéndose de sus propios pensamientos, continuando su camino por la avenida hasta el que sería su lugar de encuentro con Yukhei. Le había comprado un regalo y planeaba llevarlo a comer, sólo esperaba que el tomarse tantas molestias no hiciera que el menor se burlara de él sacándole en cara los cinco años que le llevaba de ventaja como siempre hacía. 

Otra vez no pudo evitar sonreír como un bobo al pensar en él, y es que realmente su sola existencia lo volvía tan feliz. Por supuesto que eso no era algo que diría en voz alta, pues seguramente Yukhei se encargaría de repetírselo cada vez que pudiera, pero así era como se sentía. Felicidad era la mejor palabra para abarcar todos los sentimientos que el menor provocaba en él, cada pequeño y estúpido gesto de Wong Yukhei lo enamoraba un poquito más y temía terminar volviéndose loco por lo imbécil que el amar a alguien lo tenía. 

Y de todas las personas, además, había tenido que ser Yukhei por quien cayera. El chico tenía apariencia de casanova y era demasiado extrovertido a diferencia de Kun, sin embargo, detrás de esa fachada de chico llamativo e idiota existía alguien dulce que sabía decir lo correcto cuando se trataba de animar a alguien o sacarle una risa cuando estaba triste, y eso mucho más de lo que Kun alguna vez deseó. Era realmente mucho, mucho mejor. 

No existían palabras para describir lo agradecido que Qian Kun estaba de que el atractivo chico hubiese entrado en su vida, mucho menos para explicar lo afortunado que se sentía por haber conseguido a alguien que lo hiciera tan dichoso. Es por eso que quería intentar demostrarle lo mucho que lo amaba con el regalo que le haría, con el cual no sólo conmemorarían un año más en la vida de Yukhei, sino que también celebrarían otro año más estando juntos. Y ese año, de entre todos los anteriores, sería el más especial.

Llegó al lugar en el que habían acordado reunirse, era viernes por la mañana, por lo que no deberían haber demasiadas personas en la pequeña cafetería que solían frecuentar y tendrían la privacidad necesaria para poder ser el par de cursis que eran cuando se encerraban en su burbuja de amor.

—¡Kun, Kun! —llamó alguien cuando ingresó al lugar—. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás con Xuxi? 

Bien, quizá no tendría la privacidad que quería, pero seguía siendo un buen lugar.

—Hola a ti también, Ten —dijo sonriendo falsamente y el nombrado rodó los ojos jalando de su brazo hasta guiarlo a una mesa y sentarse a su lado—. ¿No deberías estar trabajando en lugar de interrogar a tus clientes?

—Vamos, no es como si hubiese demasiada gente a las diez de la mañana. —En realidad habían bastantes personas, pero no las suficientes como para que el dueño del lugar se pusiera a atender mesas también, al parecer—. Pero ya, dime qué tienen planeado para hoy —sonrió Ten recargando su cabeza en la palma de sus manos.