Deku X Tsuyu

Entrenamiento de rescate

—Vaya, esto del entrenamiento de rescate es algo interesante que trece sensei nos propuso a todos.—pensó la chica rana de la clase— ¿Qué, soy la siguiente?

—¡Muy bien!—gritó energéticamente Uraraka, una chica de cabello castaño con corte de hongo— Tsuyu, se que esto puede darte vértigo, así que intenta estar lo más quieta posible.

—Muy bien, lo entiendo—afirmó la niña rana que hacía de actuación que se quebró la pierna y no podía  moverla.

—¿¡Listo Deku!? —gritó preguntándole a quien esperaba para recoger a los heridos —allí va.

—¡Bien! —gritó gentilmente Deku— Subela.

—¿Qué? ¿Cómo que Izuku me va a sujetar en sus brazos?—pensó mientras se ruborizaba un poco en las mejillas — Se que no tenemos la mejor historia de amistad/amor pero creo que no es necesario que él me sujete, ¿verdad? Aparte, a los demás los rescató Iida, ¿por qué a mi me sujetará Izuku?

Luego de que subieran a Tsuyu por el cráter que habían estado usando para el entrenamiento Deku pudo agarrar su camilla.

—¡Bien! ¡Ya la tengo! ¡Puedes dejar de usar tu don con el objeto, Uraraka!

—¡Entiendo! Liberar.

—Deku—susurró algo apenada y más ruborizada.

—¿Pasa algo Tsuyu?

—Se que te sonará muy raro pero por favor, no vayas a soltarme—dijo mientras se sujetaba aún más fuerte y se acercaba a su pecho para oír su corazón.

—¿Soltarte? ¿Por qué lo haría? Se supone que tienes la pierna lastimada, ¿no?

—Creo que, no entendiste, Deku...

—¿Eh? ¿A qué te refieres entonces?—preguntó con un tono muy inocente.

—No quiero —su rubor aumento aún más de golpe, parecía que estuviera volando en fiebre— dejar de oír estos latidos que me dan seguridad y serenidad, no quiero que estos brazos en los que estoy segura me vayan a soltar, ni ahora ni jamás, no quiero alejarme simplemente de ti, Deku.

—¿¡Qué!?—gritó Deku muy rojo como tomate sin entender nada.

—¡Bien!—gritó trece sensei— Vamos a almorzar para luego continuar, que ya tengo hambre.

Un fuerte «sí» se escuchó por todos los chicos del curso, menos por Deku y Tsuyu.

Luego de que Midoriya bajará a Tsuyu este la detuvo y apartó del grupo para preguntarle algo.

—Oye, Tsuyu.

—¿Qué sucede Deku?

—Con respecto a lo de antes —dijo mientras chocaba ambos dedos algo apenado

—Bueno —se ruborizó mucho más que antes, parecía ya un tómate perfecto— no, no, ha nada, de veras, vamos que nos esperan todos.

—Está bien, vamos.

Ando aburrido, ayuda.

Pero sí, voy a seguir reescribiendo la historia y luego a continuarla, deseenme suerte.