El Dueño De La Luna 🌙 Junghope

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Has como sí me quisieras,  que sea una mentira, que mi corazón duele,  y necesita consuelo. Luna,  tú que iluminas la noche,  da luz,  a esta alama oscura, y no te daré más reproche.  Has como que me consuelas, porque mis lágrimas caen, y no hay nadie para limpiarlas. Has como si me amaras, que me he enamorado, y no hay nadie para amarme.  🍂Por.  MelAnElaMez

¿Por qué ahora todo era diferente?

Las calles eran grises,  perfecto color para el sentimiento de Hoseok.

Las ventanas no servían de nada,  afuera todo era oscuro,  aún así fuese de día.

Las noticias decían que era una tormenta acercándose,  pero él sabia que era una rabieta por parte de la Luna.

Le era difícil ver a Jungkook con tanta niebla,  bajó las escaleras de maderera,  su abuela amaba ese piso,  siempre lo decía.  Una aviso llegó al celular de Hoseok haciendo que desprendiera un sonido de ,  lo tomó viendo en la pantalla de bloqueo un mensaje de Namjoon,  uno de sus mejores amigos,  mandaba muchos signos de admiración,  el humano no sabía la razón del mensaje de su amigo,  apagó la pantalla ignorando por completo el mensaje,  pero el contrario no se rendía,  llamó al castaño,  éste con mucho enfado contestó sin siquiera saber la razón.

-¡No tengo humor de hablar, no molestes más por que no voy a tener consideración por ti!. 

Presionó el botón rojo y guardo el móvil. 

Su abuela apareció con un plato de comida,  además el grito la había atraído. 

- ¿Qué ocurre?

Nada. Quiso decir. 

-Traje tu comida.

-. 

-¿Qué tienes?

Nada.

-Es tu favorita. 

-.

-Has estado muy raro. ¿Pasó algo?

Nada.

-...

Por favor,  no digas nada más... No te gritaré,  no a ti. 

-Hoseok,  pasé lo que pasé.  Todo está bien.

Y...  Todo se esfumó.

-¡No tienes ni idea de lo que me está pasado!.  Así que no digas que todo está bien, por que estas muy equivocada.

-De acuerdo hijo,  lo lamento,  aquí está la comida,  es lo que más te gusta,  pensé qu-.

-No quiero,  gracias.

-Pero no has comido bien y..

-Dije que no.

-Lo sé,  pero esto tiene muchas prote-

-¡DIJE QUE NO,  MALDITA SEA!.

La ventas se resistían al enorme aire que hizo,  hoseok salió azotando la puerta,  el cielo comenzó a llorar,  los truenos dolían en los oídos.  Los pies del humano caían fuerte en el concreto,  castigaba a la grava con la suela de sus zapatos alimentada con el coraje de su interior. 

Llegó a la carretera.

Ahí,  donde los carros hacen una pasarela.  Cruzó sin cuidado,  no se digno a mirar a los lado,  su vista fija en el cielo,  no perdería la oportunidad de ver a la Luna.

Ahí,  en medio de la pista,  se lograba apreciar la bella lámpara de noche.  Los coches se quejaban de su atrevimiento,  todos menos uno.

Que al parecer estaba igual de enojado con la vida y su paciencia se encontraba el la soga,  arrancó sin importarle si lo mataba,  al contrario,  parecía que quería atropellarlo. 

Hoseok por fin miró a su izquierda,  un vehículo blanco se camuflajeaba con el aire,  y al parecer el aire con  Hoseok pues un enorme empujón por parte del viento hizo retroceder al auto,  evitando así un accidente. 

A Hoseok no le sorprendía,  pero algo extrañado frunció el ceño  y regresó la vista a la Luna. 

Una sonrisa se formó en su cara al ver a este puntito brillar.  Las nubes comenzaron a alejarse de esa hermosura. 

Un golpe en su espalda lo hizo reaccionar,  no era fuerte,  era cálido y reconfortante,  apenas se había dado cuenta que no traía suéter. 

Dio la vuelta y encontró la pequeña luz morada que lo mantenía a una temperatura perfecta. 

Extendió su mano a la flama,  y aunque esta retrocedió un poco,  dejó tocarse después de un momento.  El entorno cambió, ahora se encontraba a salvo en otro lado de la carretera.  Regresó su mirada a la Luna,  ya no quedaba rastro de las nubes,  su dedo comenzaba a arder,  retiró su mano,  pero la flama regreso a su tacto acercándose a su pecho,  Hoseok correspondió,  sabía que era parte de Jungkook,  con la mano izquierda tocó de nuevo a la Luz,  ésta empezó a moverse  subiendo por su cuello hasta llegar a su mejilla,  el calor que producía era embriagador.  Pero tan rápido como la la flama lo tocó,  se alejó,  parecía tomar vuelo y correr directo a su corazón.  El humano se sentía diferente,  algo caliente tocaba su pecho,  no era molesto ni mucho menos incómodo,  pero sí que era extraño.  Dirigió su mano a lo nuevo en él,  y la neblina que inundaba la visión de todos esta alejándose. 

¿Qué es esto?