Primera Parte

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-¿Dónde diablos están?! ¡ya estoy histerica! -dijo contestando el celular una joven rubia- ¡la ceremonia empieza en dos horas! -exclamó con preocupación y fastidio la chica-

- Esque... ah... la cagamos... en la despedida, las cosas se nos fueron de control y... la perdimos-sonaba preocupada la otra persona en el teléfono-

- ¿¡Qué...!? ¡Nos vamos a casar en unas horas!

- Si... creo que no va a pasar, perdón... -decía la pelirroja frotando su cara con una de sus manos-

DOS DÍAS ANTES
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- Bien... esta es... la última, ¡listo! -dijo una joven de largos cabellos castaños y ojos rojizos mientras subía el último equipaje a la maletera de su auto-

- Señorita... debería dejar esas labores a nosotros -dijo una mujer un tanto mayor con cierto tono de vergüenza-

- No hay problema, ustedes ya tienen mucho trabajo después de todo -dijo aquella joven entregándole a la mayor una sonrisa-

- Pero señorita -reclamó la mujer-

- Olvidado Anna -decía acercándose otra joven de cabellos rubios- llevo años lidiando con su actitud obstinada y no he podido progresar ni un poco

- Como usted diga señorita, informare a sus huéspedes que están por partir -dijo retirándose, dejando solas a las dos jovencitas-

- ¡Oye! Esa es manera de tratar a tu prometida -dijo exaltada la joven de cabellos castaños- ¡jum! -exclamó luego cruzándose de brazos-

-mientras, la joven de cabellos rubios, reía de manera pícara- tienes razón -dijo acortando la distancia entre ambas- ¿podrías disculpar mi atrevimiento, amada prometida? -dijo haciendo una pequeña reverencia hacia la chica-

- No es justo -dijo la joven castaña- siempre me molestas y luego me dices algo lindo... eso -dijo ruborizándose- no se vale Diana -decía mientras le daba la espalda tratando de ocultar su rubor-

- rodeando con ambas manos la cintura de la joven castaña, Diana, susurro en su oído- no hay nada que puedas ocultarme... lo sabes -hizo una pequeña pausa esperando la reacción de su prometida- verdad Akko

- Lo sé -dijo recostando con suavidad su cabeza hacia atras, haciendo que el momento sea más íntimo entre ambas- me vuelves loca cuando haces eso, ¿sabías? -acariciaba con una de sus manos los mechones rubios-

- Lo sé -sonreía victoriosa- me lo recuerdas desde la academia -sus manos dejaron su cintura para poder tomar el rostro de Akko haciendo que queden frente a frente- ¿quieres seguir?

- Pero Diana -dijo casi hipnotizada por los ojos azules que no dejaban de verla- puede venir alguien...

- ¿Y? -sonrió- ¿eso debería importar? -dijo acercándose a sus labios-

- No... -alcanzó a decir cerrando los ojos para el encuentro de sus labios-

- ¡Oh vamos! -exclamaron desde el interior de la mansión Cavendish, lo cual causó que ambas chicas tomaran su distancia nuevamente-

- Señoritas, mis más sinceras disculpas -decía Anna con una reverencia para ambas-

-Akko sólo pudo reír con algo de incomodidad- Amanda, Constanze...

- Esta bien Anna -dijo con desgano la joven Cavendish- es típico de Amanda ser tan inoportuna

-La chica pelirroja carcajeó- buenos días para ti también su majestad

¿Qué pasó ayer? - Versión Little Witch AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora