Anti-SOCIAL

Capítulo 6

Capítulo 6

 

El día iba normal. Bueno, normal, las miradas asquerosas seguían estando presentes.

Lo peor, es que hoy era lunes, así que si pasaba algo todavía me quedaba la semana entera.

Faltaban 10 minutos para salir. Nunca se me había pasado tan corta una clase de biología. Y he tenido muchas. Muchísimas.

El timbre sonó. Ese timbre que me anunciaba todos los días libertad, hoy me podría anunciar algo horrible.

Vale. Estoy exagerando.

Salí más rápido de lo normal y antes de estar casi afuera, algo me golpeó.

No puede ser, dime que no, otra vez no. ¡MALDITA ZAPATILLA, QUE TIENE LA GENTE CON TIRARME ZAPATILLAS A LA CABEZA¡

Esta vez era un tacón pequeño. No me dolió tanto aunque estaba un poco mareada. Iba a levantarme cuando alguien, como no, me vuelve a tirar algo.

Era cocacola. Yo todavía seguía tirada en el suelo. Cuando me quité un poco de cocacola de los ojos vi de quien era. No me extrañaba. Kaitlyn.

Me levanté y me fui. No sabía qué hacer.

Vale, al o mejor no estaba exagerando y sí que me han empezado ha hacer bullying.

Muchos pensaréis que tirar una cocacola a alguien no es bullying. Bueno, no todo el tema del bullying es pegar.

En mi caso, Kaitlyn es la que lo ha empezado, y una chica que es mucho más flaca que yo no me puede pegar.

Tampoco encontraba la forma de que me pudiesen pegar. El instituto tenía cámaras por todos los lados, incluso por la salida. Justo al lado de la salida estaba normalmente el autobús amarillo.

Además, debido a que la mayoría de los populares son unos vagos, se suelen quedar o una hora más porqué están castigados o porqué han suspendido y tienen que hacer clases de refuerzo.

Aún así sigue siendo bullying. Los comentarios en internet empezarían a ir a más y las miradas de asco con insultos también.

Y para mi buena suerte, esto sólo causaría que más gente me conociese en el instituto, cosa que no quiero para nada, y encima también me odiarían más.

Vamos que ahora prácticamente tres cuartos de instituto me odian. El odio también es bullying.

Pero los insultos me dan igual, mientras que no me lleve tortas.

Sí. Los insultos siempre me han dado igual. Siempre hasta que ahora una duda se me aparece en la cabeza. Si son tanta gente, ¿seré capaz de soportarlos todos? ¿absolutamente todos?

Creo que mi respuesta es un gigante no. Claro que a la mayoría podría. Pero serían tantos y tanta gente que puede haber algunos momentos en el que eso de pasar totalmente no se me hará tan fácil.

No pienso dejar que mi madre lo sepa. Conociéndola iría a hablar con el director como si fuese un superman que puede resolver todo.

Además me estaría todo el día leyendo cosas de internet qué según ella subían la autoestima. En realidad es como si te estuviesen cantando una nana.

Llegué a casa con mucho sueño. Demasiado como para hacer cosas, o simplemente demasiado sueño como para vivir.

No comí y me dormí.

Sólo puedo hacer esto cuando mis padres no están porqué si no, según ellos por la noche no duermes y cojes un mal ritmo de sueño.

Tienen razón. Mucha razón. Pero es que creo que ellos todavía no entienden que cuando duermo yo estoy en invernación.

Lo sé. Que corto. Pero es que tengo un sueño que me muero y tengo que madrugar para estudiar por culpa de las malditas recuperaciones.

PRIMERO GRACIAS POR 200 LEÍDOS. Ha llegado en menos de un día y medio a 100 más.

Tambien gracias a StupidHoeBish por la portada J y por que es maja.

 

MOMENTO SPAM JUJUJU

Ir a la novela de StupidHoeBish. Se llama Revolution y esta genial

 

Besos xx

 

 

 

Twitter: @xxBeBravexx