01. El chico nuevo

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Miraba distraídamente por la ventana mientras los copos de nieve caían, quedando sobre el cristal de la ventana.

Uno, dos, tres... Contaba cuántos caían, mientras emitía un bostezo.

Sentí como alguien golpeaba levemente la pata de la silla en la que me encontraba, queriendo llamar mi atención. No le di importancia y seguí con mi aburrida acción hasta que un silencio ensordecedor me obligó a desconectar de mi actividad y dirigir la vista a mi derecha, donde un muy enojado profesor me observaba con el ceño fruncido.

Su gesto reprobatorio estaba justificado, pues, yo debería estar atendiendo a su clase en lugar de espiar por la ventana.

-Señorita Kim -llamó y puso esa sonrisa que indica que te preguntará un contenido difícil- ¿Me pudiera decir qué es la Química? -en momentos como este agradecía poder leer mentes, pues, en la suya estaba la respuesta. Me aclaré la garganta antes de comenzar.

- La Química Inorgánica es la síntesis y el estudio de las propiedades eléctricas, magnéticas y ópticas de los compuestos formados por átomos que no sean del carbono (aunque con algunas excepciones). Trata especialmente los nuevos compuestos con metales de transición, los ácidos y las bases, entre otros compuestos. La Química Orgánica sería la síntesis y el estudio de los compuestos que se basan en cadenas de carbono -sonreí satisfecha al ver como se acomodaba las gafas y se claraba la garganta, para continuar con la clase.

-Eso fue genial... -susurró la conocida voz de Jongin a mis espaldas. Kim Jongin, Kai para los amigos, era uno de los pocos chicos con quien me relacionaba en el instituto. Había sido él quien golpeó la silla, ahora sé que para advertirme del profesor- Pero sigo pensando en que deberías usar eso para algo más productivo que copiar y responder preguntas.

-Supongo... -respondí vagamente. A mis diecisiete años, seguía sin entender la razón por la cual tenía estos poderes extraños. Pero siendo sincera, no creo que mi familia fuese la más normal.

Vivía en casa de los Kim: Namjoon (el del medio y primo de los otros dos), Seokjin (el mayor) y Taehyun (el menor y hermano de Seokjin), quien tiene mi edad.

Mi padre me dejó con ellos cuando cumplí los ocho años, si mal no recuerdo, aunque el pasado sigue borroso para mí.

Sonó la campana, indicando el final del último turno del día, así que tomé mi mochila, guardé mis cuadernos del día y salí con una enorme sonrisa, feliz de poder regresar a casa.

La mano de Kai sujetando mi antebrazo me detuvo en seco.

-No me has dirigido la palabra en todo el día y ahora te vas sin más... ¿sucedió algo? -me miró con seriedad.

-Estoy bien -fruncí el ceño- Simplemente quiero llegar a casa -me soltó.

-T-N -gritó Taehyun acercándose a prisa- Jongin -lo saludó con una cabezada y ambos se estuvieron mirando durante unos segundos. Me había percatado con anterioridad de que no se llevaban bien- Vamos, T-N. Namjoon nos vino a recoger.

-Supongo que te veré mañana entonces, Kai -me encogí de hombros y me puse de puntillas para dejar un beso en su mejilla como despedida, antes de comenzar a caminar hacia la salida.

-Nos veremos mañana, T-N -se despidió con una sonrisa. Regresé mi vista al frente y caminé, dejando a los dos Kim, solos. Sabía que no había sido buena idea, pero no estaba de ánimo para aguantar celos infantiles.

Rodé los ojos cuando sentí los pasos apresurados de Taehyun y sonreí internamente cuando uno de sus brazos rodeó mis hombros.

-No hagan esperar a un adulto en medio de la nieve -se quejó Namjoon cuando nos acercamos a él.

Red Drops "Imagina con Suga de BTS" [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora