rules | taennie

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jennie x tae

Sus labios hicieron un puchero, haciendo que sus ojos cayeran aun más y el cansancio volviera a reinar en su cuerpo, Jennie era una mujer de tan solo veinticinco años que lo único que hacia era ir a trabajar e ir directo a su departamento a cenar junto a su viejo y lindo amigo, Michu, su gato. Ni siquiera se había dado cuenta de lo terrible que era su vida no hasta en ese momento, cuando sus ojos visualizaron como sus amigos de trabajo hablaban de un nuevo bar, y oír a sus amigas insistir que fuera junto a ella, no acepto, no tenia tiempo, mentía, pues se había acostumbrado a esa vida tan barata y aburrida.

—Piensalo..—su amiga, Nana, le susurró antes de tomar sus cosas y caminar lejos. Ya era la hora de marcharse, sus manos tomaron sus cosas y sin mediar palabra salió.

Mientras manejaba transcurso a su casa lo pensó, la inauguración del bar iniciaba dentro de cuatro horas, justo en esas cuatro horas ella se disponía a lavar y limpiar los desechos que dejaba su gato, y por supuesto, divertirse un poco con su novela La viuda negra. Siempre deseo ser como ella, no en la forma literal, pues no deseaba matar a sus futuros novios, si no, la manera tan independiente de esa mujer. Supongo. Pero entonces recordó a sus amigas, de nuevo aquellas pelicolores mujeres que a pesar de sobrepasar los veinte siempre lucían tan jovenes y vivas por dentro, que por décima le dio envidia no llevar esa vida.

—Pero de qué hablas, Jennie kim, tu no necesitas esa vida..—se sobresaltó al escuchar la voz de su abuela, no en la forma tenebrosa pero si perturbadora, su abuela era la única en su familia que había sentado cabeza y nunca llevo una vida de locos, y ella fue un ejemplo a seguir —No manches tu nombre yendo con par de locas que lo único que quieren es que caigas en esos caminos del mal.

Respiró hondo, tragándose esas palabras y asintiendo. Jennie había vívido sola hace cinco años desde entonces supo la verdadera y cruel realidad de hacerlo, era una mujer que luchaba con uña y dientes por las cosas tampoco era de manchar su reputación, y eso estaba claro para su jefe y compañeros, aquellos que la admiraban por si esfuerzo, y la discriminaban por ser tan santa -sus compañeros, su jefe la felicitaba por ser tan obediente en todo- nunca se sintió mal, de hecho ella también se moría de risa con esos chiste, no hasta ese día.

El transcurso a su hogar terminó, adentrándose en el edificio en busca de su hogar, anhelando abrazar a su gato, dormir y quizás un poco de maratón de su novela favorita. Y lo hizo, esa noche abrazo a su gato, durmió una hora e hizo un maratón de su serie favorita también, podía pasar horas, pero su novela iba a comenzar ya, y no debia perder ni un solo minuto.

su celular vibró.

Nana
¿Lo pensaste?

¿Lo pensó? se preguntó, sí, muchísimas veces, se contestó.

tú
Sí, la respuesta es no.

Nana
segura? Escuche que habrá un maratón de músicas extranjeras ¡vamos! Solo serán un par de horas y te llevare a casa, lo prometo.

Le gustaban las musicas extranjeras, además, Nana era una mujer de palabra. No, Jennie, en qué estas pensando..no, y no.

tú.
vendrias por mí?

nana
¡si, con muchooo gustooo!

Tú
entonces aquí, a las ocho y
media.

tragó duro antes de presionar enviar, su cuerpo entero sintió una vibra extraña, quizás era placer al saber que estaba incumpliendo las reglas hecha por ella misma, o era una gran decepción. Optó por lo ultimo.

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una pequeña introducción ante la nueva mini historia taennie, de hecho esto es un regalo a -CALENTONA y agradecimiento por ayudarme. <3