Love

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Sin darse cuenta ya tenía su mirada azulina siguiéndola. Viendo cada paso que daba, asegurándose que no le pasara nada. Preocupándose por ella, queriendo seguir a su lado, caminando a su par...

Le había nacido de la nada, el querer que estuviera a su lado y a salvo, que la sonrisa en ella permaneciese, que nada le perturbara ni la molestase.

De repente se encontró a sí mismo tratando de hacerla sonreír, cuidándola, protegiéndola. Se encontró a sí mismo con el deseo de tomarle la mano, y con el anhelo de observarle a cada rato.

Quería entenderle. Quería saber lo que pensaba, lo que sentía, lo que añoraba... Incluso lo que le preocupaba.

Por que ahí había algo, y logró notarlo. Algo le ocurría, algo le pasó para que borrara su sonrisa.

Se tenía a sí mismo en sus pensamientos tratando de averiguar lo que le pasaba a Hinata. Tratando de pensar en algo para hacerla reír, en pensar una excusa para tomar su mano, en algún invento para seguir a su lado.

En su observación se dió cuenta de algo. Su sonrisa era hermosa y su risa melodiosa, su blanca piel era tersa y suave, era amable y cariñosa, y poseedora de una tímida belleza.

En sus recuerdos era igual, ella siempre fue igual. Siempre confió en él, creía en él, y siempre lo amó a él.

Y ahora se encontraba velando por ella, pensando en ella... Pensando en sus sentimientos y en los de Hinata.

Ella era alguien maravillosa, se dió cuenta muy tarde.

No podía sacársela de la mente, y ahora estando a su lado algo comenzaba a cambiar.

Algo comenzaba a nacer y crecer.

Ahí en ese lugar, con el cielo de colores reflejándose en los ojos luna, con el viento recorriendo sus rostros como una pequeña parada en el largo viaje por el extenso cabello pelinegro de la Hyūga. Sus ojos azules viendo con un brillo peculiar su delicada cara de tristeza y sus ojos caídos, con su pelo flotando delicadamente alrededor suyo.

Sus ojos azules observaron lo sumamente hermosa que se veía a pesar de su expresión. Admiraron una belleza natural, aunque no estuviera con una linda sonrisa.

Le había nacido de la nada ese sentimiento nuevo, que lentamente fue creciendo con aquella imagen de la Hyūga ante el atardecer.

Su mirada azulina había brillado de amor ante su imagen. Hinata no lo notó, no notó la gran pureza del sentimiento en su mirar.

Les había pasado a ambos, sin saber cuando, sin ser concientes del momento... El amor estaba en sus miradas.

Estaba en la de ella, y estaba en la de él.

Love ⚘ 𝗻𝗮𝗿𝘂𝘁𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora