Dos Zorros

Primer dia de academia

Tal y como el título nombra, nuestro Rubio tendrá su primera experiencia de lo más cercano a una escuela que tendrá, en otras palabras, la tortura comienza.

Narra Naruto:

Ya han pasado muchas lunas desde que Menma se fue, Sasuke ya casi supera lo sucedido, obviamente me refiero a que ya no se deprime al recordarlo, pero aún continúa con la idea de matar a su hermana, Kurama y yo nos hemos vuelto más cercanos, me ha ayudado mucho, tanto en entrenamiento como en otras cosas, por ahora solo duermo.

-¡¿Qué pasa?!- pregunte alterado, me dolían las mejillas, y mi palma estaba roja.

-«no despertaban»- respondió sereno, pero reconocí una risilla después de eso.

-¿En verdad?..- pregunte dudoso.

-«Te lo mostraré..»- respondió antes de que llegarán algunas imágenes a mi mente.

Lo que mostró.

-«¡despierta de una jodidada vez, maldito mocoso!»- gruñó en quinta ocasión el zorro, recibiendo nuevamente indiferencia por la roca que actualmente era su jinshuriki.

-Mm~..- el muchacho no parecía tener reacción alguna.

-«ya me canse..»- bufo el bijuu antes de usar su chakra para tomar posesión de uno de los brazos de su carcelero y abofearlo con dicha extremidad.

-«¡despierta!» le grito mientras repetía la acción.

Lo que realmente paso.

-«oye.. despierta»- le susurro mientras hacia eco con sus manos.

-No..- murmuró somnoliento.

-«¡Que sí!»- exclamó con malicia antes de abofetearlo con su brazo derecho.

Sigamos con lo normal.

-¿Realmente me quede dormido?.. como sea, iré a ducharme- mencione antes de ir al baño.

-Tarata, tarara..- tarareaba mientras me duchaba.

-«no olvides las orejas»- recalcó cierto zorro.

-no lo hago..- murmuré al sobarmelas.

Tras terminar de ducharme, me vestí y salí apresurado hacia la academia, habían muchos chicos esperando a que las puertas se habrán, de pronto algo llamo mi atención, una niña de ojos perlados y cabellos azulados, era como ver un plato de ramen por primera vez, aunque me pareció haberla visto antes.

-¿Qué miras?- me preguntó cierto azabache.

-N-nada..- mencione al enderezarme, antes de que el se riera de mi.

-Esta bien, ah.. por cierto, aquí soy un tipo frío, ya sabes, por las chicas- ¿no entendí?, ¿porque a las chicas le gustan los tipos fríos?

-¿Ok?..- es todo un misterio, yo no soy frío, aunque me he vuelto un poco indiferente, pero siempre abierto hacia los demás.

-Creeme que me sirve- mencionó con una sonrisa, antes de pasar a un semblante serio.

-Como sea.. solo entremos- parece que el maestro ya llego, será mejor apresurarse.

-Esta bien..- ambos entramos, nos dieron la indicación de a donde ir, solo asentimos y fuimos a donde nos indicaron.

Al llegar note el lugar semi lleno, no había un solo asiento que pudiéramos compartir, por lo que cada quien fue por su lado, al final me senté junto a un tipo con gafas oscuras, pareció sorprenderse.