Capitulo 3

3.3K 216 21
                                    

HOLA MI HERMOSA GENTE DE WATTPAD, HEMOS VUELTO CON UN NUEVO CAPITULO, YA SABEN QUE SI LES GUSTO, LES SACO UNA SONRISA O LOS ENTRETUVO, PUEDEN REGALARME UNA ESTRELLITA, NO SABEN CUANTO ME MOTIVA A SEGUIR CON ESTO

BUENO, SIN MAS, VAMOS CON EL CAPITULO

Dos días habían pasado ya desde que se llevó a cabo la reunión entre las tres facciones, así también el descubrimiento de un grupo terrorista conformado por los criminales más peligrosos de todas las razas

En una casa de la ciudad de Kuoh, dos jóvenes descansaban en uno de los cuartos, un pelinegro y una pelirroja

Ambos se encontraban desnudos con solo una manta cubriendo sus cuerpos, o al menos la parte inferior

La pelirroja se encontraba descansando sobre el pecho del pelinegro usándolo como almohada, mientras este la abrazaba pegándola más a su cuerpo

"Ise" dijo Rias

"¿sucedió algo?" pregunto Issei

"¿que soy para ti?" dijo Rias

"mi razón de vivir" respondió Issei sin dudar

"fufufufu, siempre dices eso" dijo Rias sonriendo

"porque es la verdad, Rias, yo vivo por ti, sabes que haría todo lo que me pidieras, te seguiría a donde sea, seria cualquier cosa por ti, un amigo, un hermano, un protector, un amante, lo que desearas, no es la gravedad lo que me ata a la tierra, eres tú, cada parte de mi ser, cada latido de mi corazón, cada respiración, cada gota de mi sangre, todo es tuyo" dijo Issei

"fufufufu, lo sé, mi lindo Ise, tú me perteneces, y tú eres todo lo que necesito" dijo Rias abrazando al pelinegro

"¿estas segura de que el consejo nos dejara en paz?" pregunto Issei

"no creo que sean problema, pero si lo veo necesario nos encargaremos de ellos" respondió Rias

"ya veo, está bien entonces" dijo Issei

"ahora que dijiste eso, acabo de recordar algo muy divertido" dijo Rias

"¿de qué se trata?" dijo Issei

"de lo que te encargue hace un mes" dijo Rias sonriendo

FLASHBACK

La oscuridad reinaba aquel escenario

La fría brisa de la muerte inundaba aquel lugar, docenas de cadáveres están tirados en el piso sobre un charco de su propia sangre, unos eran de jóvenes y los otros de algunos ancianos, todos con mutilaciones o agujeros en sus cuerpos

Era de noche

Toda esa masacre había ocurrido en un ya desolado castillo en el reino demoniaco

Los jóvenes que habían perecido eran demonios que servían bajo las órdenes directas del clan Phoenix, uno de los 34 clanes restantes pertenecientes a los 72 Pilares del reino de los demonios

En medio de esa espantosa escena solo se podía ver una figura de pie, por su tamaño y contextura, podía asumirse que se trataba de un hombre joven en sus 17 o 18 años

Su vestimenta estaba manchada de sangre

En su mano derecha portaba de forma orgullosa una espada recta de una mano con hoja de color negro claro y empuñadura cilíndrica de un color oscuro, la parte que conectaba la hoja con el mango contenía un pequeño ovalo en el centro y dos picos afilados en posición perpendicular

La oscuridad que tapaba su rostro se descubrió y fue posible ver sus características faciales

Cabello negro

Ojos color rojo carmesí

Portaba unos audífonos color negro con una diadema negra y un logotipo de flama, su vestimenta consistia en una gakuran de color negro, una playera plateada que vestía por debajo del gakuran y que era visible puesto que solo utilizaba un botón, un cinturón negro por encima de su playera, unos pantalones negros y unos tenis blancos del mismo color

El joven camino lentamente en medio de los inertes cadáveres, no valía la pena lamentarse si lo que hiso estuvo bien o estuvo mal, ya estaba hecho

Frente a él estaba una cruz de alrededor de 3 metros, amarrado en la cruz estaba un joven que quizás era un par de años mayor que él

Un hombre alto de cabello rubio y entrecorto era imposible saber el color de sus ojos ya que estaba inconsciente

Llevaba puesto un pantalón blanco con un corsé blanco y rojo en su cintura, mangas color azul verdoso con decorados dorados, en su pecho no llevaba ninguna prenda

Alrededor de su cuerpo se podía ver como una singular llama sanaba sus heridas pero al momento de hacerlo volvían a aparecer y entonces nuevamente la llama las curaba

Ese hombre era un demonio, tal vez el único sobreviviente de aquel ataque

Aun frente a aquella escena, en los ojos del pelinegro no podían verse atisbo alguno de compasión, empatía o arrepentimiento

Lo único que aquellos ojos carmesí reflejaban una insaciable sed de sangre

Al ser ese hombre un demonio, al estar cerca de una cruz le era imposible curarse por completo

Issei lo sabía perfectamente, el hombre que se encontraba crucificado frente a el pertenecía a uno de los clanes más influyentes de todo el inframundo, uno de los 72 Pilares

El clan Phoenix

Un clan demoniaco que era conocido por todas las facciones por sus increíbles poderes regenerativos, debido a eso se les comparaba casi siempre con la mística ave fénix

El hombre de cabello rubio abrió sus ojos con pesadez, lo más seguro es que al haber vivido toda esa traumática experiencia y sufrir el dolor producido por estar cerca de esa cruz le había dejado el cuerpo literalmente hecho polvo

Pero eso sorprendió al pelinegro, sin importar si eres un Phoenix estar mucho tiempo cerca de una cruz te desintegraría, pero este sujeto seguía viva y ahora comenzaba a despertar

Como le había dicho su ama, ese sujeto tenía una fuerza considerable

Sabiendo eso, una sonrisa se forma en el rostro del pelinegro

"hola, pollo frito" dijo Issei

"¿q-quien eres tú?" preguntó el rubio

"yo, podrías pensar en mi como aquel que acabara con tu mísera existencia" respondió Issei

"m-maldito" dijo el rubio

"mal, mal, esa no es forma de hablarle a la gente" dijo Issei

Con terror el rubio vio como el pelinegro sacaba de una bolsa dos grandes botellas llenas de agua, lo que no sería nada aterrador, de no ser porque se trataba de agua bendita

"te parece si brindamos un poco, ya sabes, pare festejar tu muerte" dijo Issei sonriendo

Sin ningún tipo de misericordia, el pelinegro abrió la boca del rubio y lo obligó a mantener su boca abierta mientras vertía el líquido

El agua bendita era como veneno para los demonios, bastaba con tocarla para que sintieran un dolor insoportable, pero en este caso, el líquido estaba entrando directamente al cuerpo del hombre, por lo que el sufrimiento era mucho mayor

Recién cuando las dos botellas estuvieron vacías, el pelinegro dejo al rubio, que se encontraba ya al borde de la inconciencia

Ahí comenzó la tortura del rubio, que sintió como cada parte de su cuerpo, cada fibra de su ser, cada célula, era destruido poco a poco

El pelinegro no tuvo piedad, mientras más se regeneraba el rubio, más comenzaba a destruirlo

Corto sus extremidades, arranco sus ojos, desgarro sus oídos, corto su nariz, arranco sus dientes, ya cuando se cansó, finalmente el pelinegro dio el golpe final, y aplasto la cabeza del rubio

Y de la misma forma en la que se fue, sin dejar rastro alguno, el pelinegro se fue y desapareció entre la oscuridad

FIN DEL CAPITULO 

High School DxD: "El Dragon Oscuro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora