DANGER (Jeon JungKook)

TWO PART

Tres años atrás

Lo peor no era que me gustara mi propia hermana, no, lo peor es que ambos por la genética de nuestro abuelo tuviéramos un trastorno obsesivo enfermizo. No sé en que momento comenzamos a desarrollarlo, en que momento nos comenzaramos a enamorar; perdidos en un amor enfermizo.

Ese día me había levantado como todas las noches a las 2:00 a.m en punto, cuando nuestros padres estaban en casa debíamos mantener nuestra relación lo más oculta posible, pero debía poseer su cuerpo para sentirme bien. Salí con sólo una pantaloneta puesta y caminé suave hasta la habitación de Jeon Hye, mi hermana.

Como todas las noches ella me dejaba su puerta abierta, así que entré lo más rápido y silencioso posible.

Una vez dentro de su cuarto me acosté junto a ella. Ella estaba despierta, sólo se dio media vuelta dándome la cara. Ella no dijo nada, sólo se acostó boca arriba y yo me subí encima de ella. Comencé a besarla de manera posesiva, ella era mía y yo se lo demostraba cada que podía, no permitiría que hubiera espacio para otra persona entre nosotros. Ella era mía y yo le pertenecía sólo a ella, y sería así para siempre.

La habitación comenzó a llenarse de gemidos suprimidos y la ropa no era más que un estorbo que quítabamos.

- Hye - gemía extasiado, estar con ella no era comparable con nada en este mundo. Sentía que podía escalar un montaña sin cansarme, sólo si sabía que al final mi recompensa sería ella; Tan hermosa, delicada y a la vez tan enferma como yo.

- Te amo JungKook - susurró al tiempo que la puerta de la habitación era azotada con fuerza.

- ¡¿Qué es eso?! - madre había entrado al cuarto y estaba escandalizada.

- Madr...- No pude terminar lo que iba a decir ya que en un empujón ella de dejó en el suelo desnudo.

- ¡Callense! ¡¿Cómo pueden hacer eso?! ¡¿Es que no saben que eso está mal?! ¡son unos enfermos! - gritaba histérica. Padre no demoró en aparecer en la escena rápidamente con el terror plapado en el rostro.

Tomé el pantalón de pijama y me metí rápidamente en el - Madre por favor, deje... - una bofetada me hizo cerrar la boca.

- ¡No! - grito Hye tapándose con la sabana como podía- No lo golpees- salió de la cama envuelta en su sabana

- ¡¿Qué diablos les ocurre?! - gritó padre al ser consiente de la situación. - ¡Son hermanos por Dios!

Apreté los dientes y gruñí, sabía que esto pasaría, pero no creía que tan pronto. Hye y yo teníamos un plan y ahora lo que quedaba era aferrarnos a el. Miré a Hye, asustada era perfecto para describir como se veía; su cuerpo temblaba y aún es la oscuridad sabía que estaba pálida. Hice lo primero que se me ocurrió, protegerla en mis brazos, pero mi padre me empujó lejos. Mis espalda golpeó la pared de manera brusca dejándome sin aire en los pulmones.

- ¡No se les ocurra! - bramó cólerico.

Madre trató de acercarse a Hye, pero yo no podía dejar que le hicieran daño, mi deber protegerla por encima de todo hasta mis padres y si ellos suponían una amenaza para nosotros yo no dudaría en eliminarla.

- ¡Suéltame!- chilló Hye con el rostro contraído. Miré rojo viendo como madre la apretaba tratando de sacarla de la habitación, la alarma en mi cabeza se encendió y empujé de vuelva a mi padre para ir con Hye. - ¡JungKook! - gritó en medio de su sollozos.

Padre se recompuso rápido y sabía que no lo dejaría pasar, pero yo no dejaría que me alejaran de mi Hye. Cuando su puño hizo contacto con mi mejilla yo utilicé casi toda mi fuerza para proporcionarle una gran cantidad de golpes. A mis diecinueve años yo tenía más experiencia peleando que mi padre y lo sabía. El sólo era un hombre ya casi viejo.

- ¡Son unos malditos enfermos! - fue lo último que dijo antes de caes de bruces al suelo. Hye había logrado separarse de mi madre y noquear a padre con una cajita de madera.

- JungKook- sollozo dejándose caer de rodilla junto al cuerpo de nuestro padre.

Corrí rápidamente hacia ella y la abracé. Le besé la cabeza y sobaba su cabello.

- Estoy aquí contigo Hye, no iré a ningún lado, eres mía y nunca dejaré que nos separen - suspiré besando sus mejillas mojadas.

- Soy tuya JungKook, por favor no dejes que nos separen. - Dijo. Era una promesa, Jeon Hye es mía de ahora en adelante y lo será siempre. - ¿ahora debemos matarlos verdad? - pregunto con su tono de voz inocente. Aún no podía creer que con sólo 16 años Hye me haya tramado de está forma tan enferma.

- Si bebé - susurré besandola suave, como casi nunca hacia.

5:27 a.m

Cuando madre despertó y padre seguia inconsiente, estaban estabas ambos atados a una silla y con una mordaza en la boca. Nos miraban a Hye y a mi asustados.

- Quisimos hacerlo por la buenas, pero no nos dejado opción- Dijo Hye sosteniendo un cuchillo y mirándonos con los ojos cristalizados.

Ella se acercó a mi madre y le acarició la mejilla mientras ella se trataba de liberar inútilmente.

Me quedé de pie dejando que ella se descargara primero. El cuchillo mediano que tenia en la mano lo clavó en el antebrazo de madre

- ¿Te duele madre? - sonrió doblando el cuchillo. Madre se empezó a retorcer y los ojos casi se le salen de sus cuencas. - ¡Mira! - gritó mostrando su antebrazo con un gran hematoma donde madre la apretó hace unas horas atrás.

Hye no se sacio con clavar el cuchillo sólo en su brazo ya que empezó a clavarlo en todo lados mientras le gritaba cuanto la odiaba por todo lo que le hizo pasar de joven.

- Todos los malditos hospitales donde me internabas, las veces que me golpeabas, ¡NO FUISTE NUNCA UNA MALDITA MADRE! - gritó cólerica  al cuerpo ya muerto de madre.

Hye  estaba mal, estaba fuera de si. Me acerqué a padre y sólo le di un disparo en la cabeza para atender a mi Hye.

- Hye, bebé, ya murió - susurré abazandola por la espalda.

Y aún llenos de sangre nos besamos.

10:49 a.m

Hye y yo nos bañamos juntos, hicimos nuevamente el amor y después le hice un rico desayuno, pero debíamos hacer que nada se pusiera en nuestra contra. Pasamos a la parte dos del plan, quemar la casa. Dejamos el cuerpo de nuestros padres en su cama, parecía casi como si durmieran y luego quemamos las casa.

Para cuando la policia quiso llegar a la casa ya todo era ceniza, Hye y yo tuvimos que quemarmos en algunas partes para que se viera como si fuéramos solamente sobrevivientes. Vivir tan lejos nunca me encantó tanto.

Hye dijo que sería mía y yo sólo me estaba encargando de asegurar que nada dañe nuestra felicidad juntos.

2/2

Este TS salió de un día a otro. Sólo se me pasó la canción y lo escribí, espero que lo hayan disfrutado

KISSES.

SweetSuga