Capitulo...

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Era una noche fría en el mes de diciembre, era la noche navidad más cruel que había tenido.

Christian permanecía sentado en el sillón, acabando una a una a las botellas de licor,  mientras veía con tanto dolor, el retrato de su amada.

Los recuerdos de aquella mujer, que cambio su vida, jugaba de maneras demasiadas crueles con su mente, pensar en el día que la conoció, el día en que fueron novios, el día en que le propuso matrimonio y las noches que demostraron su amor en las diferentes formas que podían, era un trago amargo que soportaba su corazon.

Recordar que en este mismo día, hace un año, aquella chica y él, entre sonrisas y caracajadas, ellos compartían su amor con el mundo, junto a su familia, él sin duda era feliz, a pesar de las peleas todo era perfecto.

Abigail sin duda sería su eterno dolor, recordarla era traspasar con una espada su corazon herido.

Christian dejó la fotografia de Abby y el, se puso un abrigo y salió por las frías y solitarias calles de Loja, mientras todas las familias y parejas festejaban las navidades juntos.

Mientras que él solo caminaba por las calles tranquilas e iluminadas con decoraciones bellas navideñas, él disfrutaba pasar por esas calles, junto a ella, mientras reían y contaban historias navideñas y el estaba y se sentía tan solo, por que se había aislado de todo, no quería que nadie sintiera lastima por el, se sentía tan débil.

Después de la muerte de Abigail, el sentía miedo, sentía impotencia,  se culpaba diariamente,  aunque todos decían que no era su culpa, pero si que lo era, claro que lo era, si tan solo él la hubiera perseguido cuando ella se enojo y salió de la casa, tal vez hubiera podido evitar que aquellos hombres la lastimaran, la mataran y la tiraran como si fuera simplemente basura, el hubiera podido salvarla sino fuera por su maldito orgullo.

Camino largas horas hasta llegar al lugar que acabaría con todo su sufrimiento, mientras entraba al  Parque Eólico Villonaco, siguió hasta llegar a la hermosa vista, ese lugar que era el favorito de Abby, aquel lugar en donde se sentaban hablar y el le demostraba que la amaba.

 Se sentó al filo del abismo, termino su botella, saco su celular, mientras veía la foto de su chica dijo:
- Te amaré mil veces más, y te seguiré hasta el fin.

Domenica Rogel...
 

Trago amargo. -One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora