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tu piel blanca y lechosa me hace sentir en las nubes, tus miles de lunares son las estrellas que, como igual que tus ojos, me iluminan el día y la noche.
sin pensarlo, me vuelvo a todos esos días donde te observe tan fijamente que pude memorizar todo lo que me gusta de vos.

empezando por esas hermosas manos que me hacen ver todo lo bueno que sos, esas manos que quiero que recorran mi cuerpo y me agarren firmemente de las caderas mientras salto hacia la cima. manos que necesito en mi vida, sosteniendo las mías y bancando todos mis mambos, mientras yo sostengo los tuyos. manos que se ayudan entre si, se conocen y se aman, ojalá fuera así.
dedos largos que adornaria con anillos especialmente para vos, dedos que llegarían a tocar mi corazón y recorrerian mi interior. manos que me hacen suspirar cuando recuerdo la vez que las analice, cuando tuve tu mano derecha entre las mías y pude ver todo lo que tu futuro mostraba, lo sano que eras y lo bien que me harías si estuviéramos juntos.
tanto para decir de tus bellas manos blancas, pero no me alcanzan las palabras para describir lo que se sentiría sostenerla y caminar juntos.

siguiendo por tus brazos, siempre enfundados en tus buzos grandes, pocas veces vistos por mis ojos, pero no perdía el tiempo cuando aparecían. brazos que, creo yo, han sido creados para sostener mi alma y mi cuerpo cada vez que caiga y, cuando no, cada vez que seamos felices. porque de eso se trata, ser felices. y con tus brazos, nacidos para abrazarme, llenos de hermosos lunares, me harían feliz sin siquiera pensarlo. ojalá fuera verdad.

tu espalda, no puedo dejar de pensar en lo hermoso que sería verla roja por mis uñas clavadas al unirnos en un viaje de placer y confianza que pocos tienen el lujo de conocer, tener sexo y estar enamorados.
no dejo de pensar en lo que sería darte masajes en la espalda, sentir tu cuerpo bajo mis manos y recorrerlo con mis besos.
tu espalda con lunares y granitos que he visto muy pocas veces y que me deslumbran cada vez que lo hago. con ojos dilatados y labios secos, observaba lo que eras y lo que quería tener para mi, una obsesión verte y desearte como la primera vez.

hace cuatro años que siento este hermoso deseo de hacerte feliz, y aunque no parece que me hagas caso, no importa porque me hace bien verte feliz.

siguiendo con las cosas que me gustan de vos, puedo pensar en tu cara y las distintas cosas que me llenan de locura.
empezando por algo que ya mencioné, tu hermosa sonrisa. resplandeciente, ilumina mi día con poco, con solo aparecer. una media sonrisa dirigida a mi, cada vez que paso por tu banco para sentarme en el mío. y no puedo evitar sentir los nervios recorriendo mi cuerpo cuando sonreis al verme. tu boca es algo que sólo los dioses pueden entender, tus labios hermosos que crean sonrisas, sean de risa, felicidad o apenadas. que crean situaciones incómodas cuando estás todo rojo y te mordes el labio porque sentís clara vergüenza cuando pasas a dar una lección en frente de todos. cuando tartamudeas y te puedo ver fijamente sin tener que esconderme, todos te estamos viendo, los celos aparecen cuando observo como las chicas de nuestro curso te ven y babean por vos; si estuvieras conmigo podríamos arreglar eso. siguiendo por tu boca hecha por la mismísima diosa de la belleza y el erotismo, sino no se entiende las mil y un sensaciones que me causan cada vez que me dirigis la palabra. necesito que seas vos el que recorra mi virgen cuerpo con tus labios, que des besos y pueda sentirte hasta en el lugar más recóndito de mi ser. necesito que sea tu boca la que causa escalofríos en mi espalda baja y me haga temblar con su aliento cerca de mi piel.

tanto hable de tus labios que no deje espacio para hablar de tus hermosos ojos. ojos verdes, tal vez grices o azules. verlos claramente nunca pude, siempre aparto la mirada cuando te tengo cerca. aún así puedo decir que son lo más hermoso que he visto en mi vida. tus ojos que demuestran un brillo único cuando observan algo, que tienen una mirada única; cuando te enojas, cuando cuando sonreis, cuando fruncis el ceño y cuando reis fuerte.

hablemos de tu nariz, hecha por ángeles para que parezca tan hermosa, cuando se arruga y demuestra tu disgusto para con algo y es sumamente bello.

y tu mandíbula, esculpida por el mismísimo Miguel Ángel. cuando te veo de perfil, mientras hablas, es hermoso. es magnífico, y no puedo dejar de pensar en eso. en tu garganta vibrante cuando te expresas y en tu mandíbula, tan determinante, tan dominante. necesito repartir mis besos por ahí, dejar suaves mordiscos y bajar hasta tu cuello sin pudor.

y tu cabello, tu hermoso y rizado cabello. mis ganas de pasar mis manos por ahí y hacerte mimos son inimaginables, y no sabes cuánto deseo ser yo quién  los ve todos despeinados cuando acaba de despertarse. es bellísimo ver cómo crece al pasar los años, como creces y nos volvemos viejos con el paso del tiempo. es hermoso.

no puedo enumerar todas las cosas que me gustan de vos, son tantas y esas son las principales, aunque debería hacer una lista eterna con tu nombre al principio y al final. porque sólo vos me haces sentir esto, sólo vos me tuviste 4 años con mis ojos en ti. sólo vos.

Louis dejó de escribir la carta y la firmó, con un:

De: Louis T.
Para: Harry Styles.

Se sintió satisfecho consigo mismo, le faltaba escribir cosas, pero eso demostraba todo el amor que sentía por el rizado.
Su sonrisa fue borrada cuando Peter, la persona que siempre lo molestaba, le arrebató la hoja de sus manos y empezó a leer. Sus mejillas se sintieron calientes y no sabía dónde esconderse.

-Así que... ¿te gusta Harry?- Habló ese nefasto hombre con un tono burlón. -Eu, Harry, vení para acá.-

No, no, no. Era lo único que podía pensar Louis, las lágrimas descendieron y Harry lo vio confundido, no entendiendo la situación. ¿Qué le sucedía a Louis?

-Mirá Harry, lo que encontré.- El chico le dio la hoja y Louis miraba fijamente su reacción.
El rizado tomó el escrito y empezó a leer cada palabra que había escrito el chico castaño.

Todo lo que me gusta de vos//Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora