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Partimos el año en familia como siempre y me quedé hasta tarde solo en mi balcón observando los fuegos artificiales de todo nuevo año, mis padres se despidieron de mi con un cálido abrazo, un beso en la cabeza y dejando en mis manos una taza de chocolate caliente, ya conocían perfectamente que me encantaba pasar horas y horas observando aquel paisaje que era para mí la noche y más cuando las estrellas se veían tan luminosas y cercanas como si tan sólo alargando la mano pudiesen tocarse. Pero no era así, no se tocaban y lo extraño de aquella noche, aparte de que hacía más frío de lo normal, es que yo me sentía diferente, aquella despedida no me pareció común, parecía como si fuese la última, parecía mas bien de esas típicas que me daban cuando me iba de acampada y estaría días enteros lejos de ellos, pero no tenía sentido...yo no me iba a ir.
¿O sí?
Ignorando aquella locura mental seguí contemplando, apoyado en la baranda del balcón, los fuegos hasta que comenzaron a cesar, que fue con un destello parpadeo más de lo común, junto con las demás estrellas y de pronto me di cuenta de que era una estrella fugaz y sin pensarlo dos veces cerré los ojos con fuerza, y aunque no fuese de las típicas personas que creen en tales fantasías, puse todo mi empeño y confianza en aquellas palabras que mostraban mi deseo.
—Quiero estar junto a ti...Wen Junhui— dije en un susurro para mí mismo y sonreí satisfactoriamente.
Luego oí leves golpecitos en la puerta y supe que era hora de dormir, avance hasta la cama ya con el pijama puesto y me quité las sandalias quedando descalzo para luego meterme bajo las sábanas y acomodarme cerrando los ojos para dormir horas y horas por lo tarde que era.
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*Esta historia es una adaptación, en sí es mi favorita y por eso decidí hacerla nada más ni nada menos que con mi hermoso ship c:
