Tercera parte

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Lo primero que has hecho ha sido lo correcto, hay que acariciarla con la mano, hasta que se pone dura, pero bien dura. Luego hay que introducir la boca, pero no raspando los dientes con la piel del pene, pues esta piel es muy delicada. Hay que abrir bien la boca, y rozar suavemente tus labios húmedos con el pene. Debes mover lo menos posible el pene dentro de tu boquita, eso que hacen en las pelis porno de moverlo mucho error, eso no se hace. El movimiento de la boca ha de ser corto, y succionaste. Puedes Introducir en tu boquita las bolas, e ir explorando y sintiendo su textura con la lengua. Con la mano sigue acariciando el pene. Luego puedes dejar las bolas y continuar con el pene, pero sin presionar con los dientes, y succionando.

Saldrá un poco de semen, es para lubricar, no es malo tragárselo, todo lo contrario es bueno, pues son proteínas, es como si estuvieras tomando un complejo vitamínico, que lo único que te hace es sentirte bien en tu organismo.

Mónica lo hacía muy bien, pronto Miguel comenzó a jalear, eso le excitaba más a Mónica, oír los gemidos de placer de Miguel, era señal que lo hacía muy bien, y mejor se sentía ella de saber que lo estaba haciendo bien.

Miguel seguía diciéndole entre gemidos de placer, que lo hacía muy bien, así movimientos cortos y succionantes, muy bien lo haces.

Mónica le encantaba introducirse las bolas en su boca, además que el pene de Miguel estaba sin vello sintiéndose Mónica más realizada, pues estaba perfecta para ella, le parecía más limpio, y más bonito, más cuidado.

Miguel le aviso que iba a eyacular que dejara de chupársela, pero Mónica no quiso desperdiciar ese momento, y quiso recibir todo el semen en su boca, pues al fin y al cabo era un complejo vitamínico y le haría sentir mejor.

Miguel le dijo que ahora le tocaba a él darle placer, la fue desnudando, entre besos para descubrir sus pechitos, que eran chiquitos pero juguetones, Mónica estaba complacida, por las ganas que ponía Miguel al hacer el amor con ella.

Miguel comenzó a jugar con sus pezones, acariciando sus pechos, y preguntarle que le gustaba más, cuando comenzó a mordérselo con la boca, fue cuando no evito decir un…

-Siiii, asííí, me encanta, sigue asííí

Comenzando a ir gimiendo Mónica, empezó a gustarle, mientras tanto le acariciaba su vagina, Mónica estaba disfrutando por fin, fue Miguel a introducirle el dedo por su vagina, cuando dijo Mónica que no le introdujera el dedo, que quería que la penetrara con el pene.

Miguel decidió ir bajando su boca, para jugar con su clítoris. Mónica estaba que iba a tener un orgasmo inmediatamente, y quería que fuera penetrándola con el pene. Mónica no podía resistirse más tanto placer acumulado. Diciéndole que subiera, que la penetrara.

Miguel que ya tenía puesto su preservativo, lo hizo, costo un poco que entrara el pene en su vagina, nada más entrar. Mónica no pudo resistirse más, y tuvo su orgasmo. Mónica pensó que lo ideal hubiera sido tenerlo ambos al mismo tiempo. Pero no sabía que un poco más adelante tendría una nueva sorpresa, tendría su siguiente orgasmo, más placentero que el primero. Pensaba ella, que solo podría tener uno, y ya estaba, sin saber que todas las mujeres pueden tener varios en la misma relación.

Continuaron con su baile, Miguel seguía acariciando sus pechitos, mordisqueando sus pezones, Mónica disfrutaba, y no ocultaba sus gemidos de placer, sin necesidad de que nadie le pudiera decir que actuaba como una meretriz. Cuando la realidad era muy diferente, era una cosa normal en toda relación, que todas las mujeres lo hacen, y los hombres.

Nos vemos (erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora