Viviendo un sueño [Y.M]

Capítulo 7

♫Miradas de quiebre♫

Esta mañana fue un caos total. Por alguna extraña razón, nuestras alarmas no sonaron, y lo único que nos salvó de quedarnos dormidos fue mi padre, que entró a mi cuarto extrañado de que aún estuviera en la cama. En un instante, Taehyung y yo saltamos de la cama y empezamos a vestirnos apresuradamente. Mi amigo, tuvo que ponerse mi ropa, ya que no habíamos pasado por su casa para recoger la suya.

Una vez listos, nos dirigimos a la cocina para desayunar algo rápido antes de salir. Para nuestra sorpresa, no había ni rastro de Chanyeol.

—Pensé que tu hermano ya estaría aquí —comentó Tae mientras servía jugo de naranja en dos vasos.

—Yo también lo creía. Come algo si quieres, yo vuelvo en un segundo.

Subí las escaleras de dos en dos, a toda prisa. Sabía que era arriesgado, pero el tiempo apremiaba. Al llegar al segundo piso, fui directo a la habitación de mi hermano, abrí la puerta sin golpear y entré de inmediato.

Para mi disgusto, Chanyeol seguía profundamente dormido. Ni siquiera mi entrada abrupta logró despertarlo. Molesto por la situación, porque ya íbamos tarde para el instituto, agarré la almohada que tenía bajo la cabeza y comencé a golpearlo con ella.

—¿Qué carajo...? —Chanyeol se despertó sobresaltado, intentando esquivar mis golpes con los brazos—. ¡Jimin, ya basta! —dijo mientras me quitaba la almohada de las manos—. ¿Qué rayos te pasa?

—Son las 7:35. Vamos tarde al instituto. Si no te levantas ahora, te juro que te dejo aquí y tendrás que tomar el autobús para llegar.

—Si me dejas, papá se enojará contigo —gritó, medio en broma, medio en serio.

—Para tu información, genio, fue idea suya —respondí, cruzándome de brazos con una sonrisa.

—Traición —murmuró, frunciendo el ceño con indignación.

—Tienes dos minutos. Ya sabes lo que te espera si no te apuras.

Sin más que añadir, volví a la cocina, donde Tae ya estaba desayunando.

El trayecto hasta el instituto fue un reflejo del caos de la mañana. Aún con el apuro, el aire fresco y el movimiento de la ciudad al despertar nos ayudaron a despejar la mente. Taehyung y yo caminábamos a paso rápido, conversando sobre cualquier cosa que pudiera distraernos del hecho de que casi llegábamos tarde. Sin embargo, en el fondo, ambos sabíamos que lo peor ya había pasado; el verdadero desafío del día estaba por comenzar dentro de las paredes del instituto.

Durante la primera clase, apenas pude concentrarme. Estaba tan emocionado pensando en la siguiente materia que me fue difícil prestar atención a las ecuaciones algebraicas en el pizarrón. Para que lo sepan, la siguiente clase era artes plásticas. Me encanta dibujar y todo lo relacionado con el arte, ya sea hacer maquetas o colorear un dibujo. Siempre he pensado que el arte es una forma de expresar lo que sientes, igual que en el baile, donde una emoción o un sentimiento pueden dar vida a una melodía.