El frío me calaba los huesos; la superficie sobre la que me encontraba se amoldaba a mi cuerpo y la oscuridad reinaba en estos momentos, impidiéndome reconocer el lugar. Estaba demasiado agotada como para poder abrir los ojos. La confusión reinaba y lo ultimo que recuerdo fue aquel golpe, eso debió dejarme inconsciente en mi departamento.
Intente levantar mi brazo para acomodarme bien, mas mi cuerpo no respondía. ¿Qué me pasa? ¿Por qué no puedo moverme? Y más importante aún, ¿Dónde estoy? Las dudas bombardean mi cabeza sin compasión alguna, la frustración hacía acto de presencia. Luche una vez más por moverme pero no lo logre.
Débil, decidí darme por vencida; no tenía caso luchar en vano, no valía la pena iniciar una lucha que perdería. Me deje llevar por la tranquilidad del lugar.
Sentí una fuerte opresión en el corazón ¿Eso era todo? ¿Tan rápido me dejaba vencer? Necesitaba tranquilizarme. ¿Desde cuándo me exaltaba tan rápido? El frío comenzó a disminuir, lo cual agradecía de sobre manera porque al parecer no estaba abrigada.Al cabo de lo que me parecieron horas ya podía abrir mis ojos, aunque no totalmente.
- Al fin -. Recién notaba lo seca que estaba mi garganta.
Mi fuerza volvió cuando noté cierta movilidad en mi mano derecha, eso era un gran avance. Poco a poco mi cuerpo empezó a reaccionar. Una vez recuperadas mis energías o algo de ellas, abrí mis ojos en su totalidad.
Al hacerlo creí haberme vuelto loca o tal vez era solo un sueño.Pude observar que me encontraba en una especie de playa bañada por unas pacíficas y oscuras aguas púrpuras. Un momento, dije ¿púrpuras? Eso era imposible, jamás había visto agua de tal color. Pero debía aceptar que era hermosa esa tonalidad, me atraía demasiado, por un momento me fue imposible apartar la mirada de aquel extraño paisaje.
La arena a mi alrededor era de un gris pálido y encajaba a la perfección con el mar.Mas ahora, era el cielo el que captaba mi atención, y no precisamente por el negro azabache que era, sino porque estaba acompañado por cuatro hermosas y brillantes lunas que daban al lugar un aura entre espectral y romántica. No pude evitar sentir una calidez embargandome, nunca en toda mi vida había sentido algo así; sentía que pertenecía a aquel lugar por más extraño que sonase.
Era el momento de levantarme, no podía permanecer toda la noche en aquella playa, necesitaba saber donde me encontraba. A pesar de que mi cuerpo había recuperado su temperatura normal, aun lo sentía entumecido.
Lentamente, estire mis piernas mientras usaba mis brazos de apoyo.
Cuando por fin estuve de pie intente caminar; mi cuerpo no respondía como quería, pues al dar el primer paso perdí el equilibrio y caí de rodillas.Me sentía como un niño dando sus primeros pasos.
Con toda la paciencia que me fue posible reunir pude caminar, no como quisiera, pero era mejor que estar todo el tiempo en esa playa.
A lo lejos pude divisar un espeso bosque; los frondosos e imponentes árboles de troncos grises y hojas negras bordeaban un extenso e interminable camino hecho por unas piedras azul noche.
No tenía opción alguna, era seguir el camino buscando a alguien o quedarme en aquella atrayente playa y morir por el hambre o el frío. Conforme avanzaba miraba a todos lados, buscando ser vivo alguno pero parecía no haber nadie ahí.
- ¿Hola? -. Solo el eco me respondía.
- ¿Hola? ¿Hay alguien aquí?
Pero parecía encontrarme en la soledad absoluta, aunque la verdad no me incomodaba; es más, amaba la sensación y estaba acostumbrada a ella, no solo aquí me hallaba sola sino también en mi mundo.
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Dark Moon
Short Story¿La felicidad puede estar en un mundo diferente al que conoces? ¿La felicidad la puedes encontrar en la oscuridad? Esta es mi primera historia en Wattpad, perdonen si no se entiende mucho. Espero que les guste ^^ Y les agradecería si alguno tuviera...