Prólogo

9 4 1
                                    

Aunque Zoe intente luchar a favor de la lógica, no puede. No luego de volver a encontrarse con su viejo amigo de infancia. ¿El problema? Su amigo, Louis, era imaginario.

¿Quién diría que de un poder tan ancestral como lo es el de Cristal, un ángel y una humana acabarían enamorándose hasta la muerte? Al transcurrir los años ambos vuelven a encontrarse, pero con una condición: no pueden enamorarse. ¿Y si lo hacen? Las fuerzas demoníacas harán lo suyo; un sacrificio voluntario.

Los demonios están enfadados, y son capaces de unirse en todas sus fuerzas para acabar con Zoe.

Louis… No se los permitirá.

"–Hay cosas, Zoe –recalcó mi nombre– que sólo tú puedes ver. Y no puedo hacer nada por ello. –Como si leyera mis pensamientos (o bien era consciente de la manera en que frotaba mis brazos desnudos) se quitó la chaqueta de cuero para ponerla sobre mi espalda; estaba cálida y olía fresco–. O te acostumbras o te vuelves loca. –Fruncí aún más el ceño, haciéndole saber el descontento que esto me causaba–. No puedo hacer nada más por ti, Zoe. Pero prometo acompañarte en esto –alzó la mirada, encontrando la mía. Sus palabras sonaron sinceras y profundas, aterciopeladas–. ¿Bien?"

Zoe solo debe tener algo en cuenta, y es ese pensamiento que le da botes en la mente: aléjate de Louis.

Todos los derechos reservados.

El SacrificioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora