VOLVERTE A VER

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-¡Necesitamos refuerzos!- gritó Beast Boy al comunicador desde el otro lado del complejo -¡Son demasiados!

-La JL no contesta- alegó fastidiado Robin mientras luchaba con otros dos miembros de la Liga de las sombras -Estamos solos

-¿No puedes ordenarles detenerse?- preguntó Starfire mientras hacía lo posible por mantener la situación dentro y lejos de los ciudadanos de Metropolis.

-¡Si pudiera hacerlo lo hubiera hecho desde el inicio!- gritó furioso mientras dejaba inconscientes a algunos de los ninjas -Kid Flash toma el dispositivo y ponlo lejos- ordenó mientras tomaba la caja madre que en pocos segundos fue arrebatada de sus manos por un destello amarillo.

-Raven intenta crear un enlace telepático y contacta a alguien de la Liga- siguió ordenando mientras tecleaba algo en la computadora.

Esto no era lo que tenía en mente para su sábado en la noche y lo peor es que nada de esto tenía sentido. Su abuelo jamás se había interesado por las cajas madres, tal vez se había aliado con alguien para un propósito en común pero hasta saber qué era ese algo estaba a ciegas.

-Tenemos otro problema- escuchó la voz de Aqualand desde su auricular -Hay una bomba-

-¡Maldita sea!- terminó de descargar la información en una memoria -¿Cuánto tiempo?

-2 minutos y restando-

-Bueno eso explica porque están huyendo- intentó bromear Garfield aunque solo recibió malas de miradas de parte de todo el equipo

-No se puede destruir un edificio ubicado en pleno centro- recalcó Raven mientras veía como Robin se acercaba al explosivo para desactivarlo.

-Puedo intentar llevarlo fuera de la atmosfera- se ofreció Starfire

-No podrías hacerlo en minuto y medio, no eres tan veloz y Kid Flash no está para llevarle a un lugar deshabitado- gruñó molesto -Ustedes váyanse es una orden-

-Puedo trasladarlo a otro lugar fuera de la tierra- se ofreció Raven

-No, yo puedo- gruñó y todos se fueron.

Y es que nadie se atrevía a contradecirlo, no desde hace tres semanas que se había vuelto más cortante y frio. No desde la partida de Superboy.

Y es que los culpaba. Los culpaba a ellos por la abrupta partida de su único amigo. Nada de eso hubiera pasado si ellos no lo hubieran juzgado antes de conocerle, si ellos no le hubieran tratado como irónicamente una bomba que no saben cuándo explotará.

-Pan comido- susurró mientras cortaba el último cable, pero la bomba seguía con su cuenta regresiva -Mierda

10 segundos. Algún día su orgullo lo iba a matar eso era de esperarse.

8 segundos. El instinto de supervivencia hizo que sus piernas se movieran automáticamente hacía la ventana más cercana para saltar e intentar protegerse.

5 segundos. No lo iba a lograr, eran demasiados explosivos, los escombros le golpearían, lo único bueno es que sería la única víctima ya que era de madrugada y nadie estaba cerca de ahí, solo habrían daños materiales.

-Donde está Superman cuando se le necesita- susurró mientras era forzado a ir por las escaleras de emergencia, los cristales eran blindados e intentar hacerlo explotar era en vano a estas alturas a demás de que adelantaría la explosión.

3 segundos. Ya no tenía caso, cerró los ojos esperando volver a morir.

Pero jamás le embarcó esa vieja sensación. No escuchó la detonación o las llamas abrazarle, en su lugar sintió una repentina ventisca de aire que le hizo revolver el estomago.

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