PROLOGO

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A lo largo de muchísimos años las viejas historias nos contaban que en un principio existió el bien y por consecuencia nació el mal, que el bien siempre le ganaba al mal sin importar ni la fuerza, ni la lógica, mucho menos la razón. Estas viejas historias advierten que si estás del lado del mal terminarías con uno de los peores castigos inimaginables, pero si estabas del lado del bien terminarías con típico final feliz un poco absurdo y con una recompensa que lo más probable es que nunca llegue, pero aun así elegimos el lado del bien y siendo sinceros ¿Quién no querría un final feliz por muy absurdo que fuera? Pero supongamos que todo está bien hasta aquí, excepto por el hecho de que estas historias no nos explican lo suficiente él porque no debemos estar del lado del mal, el lado oscuro, las fuerzas del mal o como lo quieran llamar, no explican porque siempre debe ganar el bien y nunca debería de hacerlo el mal.

Estas historias nos hablan de justicia e igualdad pero ¿por qué el bien y el mal no pueden ser iguales? Y ¿Por qué nunca hemos oído las versiones contadas por parte del mal? A estas alturas de la vida no importa si la recompensa es estar a punto de entrar en un supuesto paraíso por medio de una enorme reja hecha de oro puro, que mientras se abre un coro angelical entone alegremente "Ave María" dando la bienvenida a lo que podría ser una eternidad de perfecta paz y armonía, no importa si el castigo es ser arrojada al Tártaro, donde dos buitres se coman el hígado de algun infeliz eternamente, de todas formas todos merecen que sus historias sean contadas no importa qué lado estén.

Un Café para LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora