<< Joyas dulces y una frase conmovedora>>

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      Tal era la emoción que sentía que en un momento quiso acercársele, pero en el momento en el que no intentaba estos iban desvaneciéndose uno por uno.

Cuando desvanecían, se sentía bastante triste saber que no podía tocar a las personas que tanto amaba, era como si se alejaran de ella y sentía nunca más los volvería a ver.

Al seguir su camino logro percibir una pequeña pulserita de plata y oro igual a la que su madre le había regalado cuando pequeña en su cumpleaños. Al tomarla entre sus manos le dio un pequeño beso como aquel objeto fuera su madre.

Esta seguía demasiado conmocionada y conmovida por aquel objeto que la mantuvo hipnotizada unos momentos hasta que escucho una voz demasiado peculiar y bastante conocida  para ella que le decía:

“Al llegar a las estrellas, encontraras tu destino, pero para llegar a él deberás soñarlo con el corazón”,

y la siguió pensando que su mejor amiga, es decir, su madre la llamaba y la guiaba. Así fue, la guio hacia un cuarto.

Un cuarto donde había una cama con sabanas de seda, una mesita de luz que tenía en los cajones camisetas de las más finas telas y bordados y una caja con muchos chocolates y caramelos, y una cajita con pulseras de oro y plata, aros de perlas cultivadas y collares hermosos.

Se probó todas las cosas posibles mientras posaba en el espejo y comía los dulces.  

Una noche en las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora