"¡𝐿𝘰𝘴 𝘥𝘰𝘴 𝘨𝘢𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘴𝘰𝘳𝘵𝘦𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘈𝘳𝘦𝘯𝘢𝘭 𝘚𝘰𝘶𝘯𝘥 𝘴𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘳á𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘢𝘺𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰𝘴! ¡𝘗𝘢𝘳𝘵𝘪𝘤𝘪𝘱𝘢 𝘺 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦 𝘶𝘯 𝘷𝘪𝘢𝘫𝘦 𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘔𝘢𝘭𝘥𝘪𝘷𝘢𝘴 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶𝘴 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴!"ALBA:
Apagué la tele al escuchar otra vez el anuncio, estos últimos días es todo lo que he memorizado al cien por cien y en lo que he estado pensando día y noche. Tanto yo como mis amigos estamos dispuestos a ganar ese sorteo, llevo toda mi vida queriendo ir a las Maldivas y no pienso desaprovechar una oportunidad así.
Cogí una chaqueta gris y me lo eché encima, agarré las llaves y vi a mi hermana bajando las escaleras.
— Marina, me voy, avisa a mamá —
— ¿Te vas al Arenal? —
— Sí — contesté desde la puerta
— ¡Vale! — dijo desde el sofá, cerré la puerta despidiéndome de ella y me metí en el coche de Miki para ir al festival.
La localización es la hostia, un escenario gigante lleno de artistas y DJ's al lado de una playa, y encima en Valencia.
El primer día fue normal, Amaia, Júlia, Miki, Mikel, Ana y yo nos lo pasamos básicamente bebiendo y bailando. Pero al segundo día, se encendió una chispa dentro de mí.Por la mañana vi a una chica morena, alta con el pelo corto junto a otra chica pelirroja, al parecer estaban juntas pero no lo sé. Tenía mi mirada clavada en la primera chica, me llamaba especialmente la atención, su rollo, con su estilo de ropa y su piercing, sus expresiones faciales y la capacidad de captar la atención de las personas. Estaba contemplándola sin censura alguna cuando nuestros ojos se cruzaron. Su mirada me imponía, pero sus ojos marrones transmitían algo más que no me dio tiempo a averiguar ya que pocos segundos más tarde mis ojos perdieron a los suyos y no volví a verla en el resto del día por mucho que buscara con la mirada, en el festival hay un mínimo de personas que sería incapaz de contar, así que di por hecho que no sabría nada de ella nunca.
Pero ese mismo día al rededor de las seis y cuarto de la tarde, estábamos Mikel y yo saliendo del recinto, yendo a por comida para todos cuando mi amigo llamó a alguien en la distancia.
— ¡Natalia! — gritó intentado llamar la atención de la tal Natalia.
Me giré buscando con la mirada al resto de mis amigos y pude ver desde lejos a Amaia dándolo todo con Martin Garrix de fondo, mientras Mikel seguía llamando a esa chica, me quedé un rato observando el panorama, realmente había muchísima gente, si nos toca el sorteo es un milagro.
— ¡Hostia, Mikel! — escuché una voz que no me sonaba y supuse que era la Natalia que no paraba de llamar, me giré y les vi abrazándose.
— ¿Qué tal? — pregunto ella dándole dos besos, yo, flipando, me quede mirándola muerta de vergüenza. No podía ser.
— Muy bien, muy bien, mira esta es mi amiga, Alba. — sus ojos se dirigieron a los míos y se volvieron a topar, pude notar como se me escapaban latidos de más.
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MITAD Y MITAD // Albalia
FanfictionLo que empieza con un cruce de miradas acaba en un sórdido romance.