Fantasía! ♤ [ KookTae ]

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  —¡Bonitooo! 

El menor se abalanzó contra el cuerpo de su novio y este lo atrapó besando sus labios. Parece que hoy su chico estaba en sus mejores días, o penso deseaba pensar.  

JungKook llegó con el cuerpo adolorido y uno que otro cachete hinchado teñido del color morado al departamento de Taehyung, cojeo demasiado en todo el trayecto y agradece más que nunca que el lujoso edificio de su novio tenga un ascensor.

Taehyung lo acercó más hacia él para intensificar el beso, tomo sus mejillas y a la vez su cintura. Exploro con sus dedos su lindo rostro como de costumbre, pero se detuvo al ver una curita casi al nivel de su ojo. 

—KooKie, ¿Que te ocurrió?  —Preguntó con una leve estupor, acariciando la curita adhesiva y no se atrevió a separarse ningún momento de el.   

—Solo me corte con unos cuantos vidrios cuando desechaba la basura... —Su voz se escuchaba tan triste como su mirada.  

Así es, JungKook realmente se encontraba demasiado cabreado después de escapar de casa, su mente necesitaba un par de aspirinas para calmar la migraña ocasionada gracias a los últimos problemas que afrontó. No se esperaba más después de recibir una bofetada en el cachete izquierdo y una dura correa de cuero amenazando su trasero a escasos kilómetros; el lío en el que se había metido parecía irremediable, pero no imposible de resolver. 

¡Su madre! la persona en la que más había confiado en todos estos años, a excepción de Taehyung, sin su aprobación había negociado a fuego toda su felicidad y un futuro radiante al lado de Taehyung acabaron hecho bolita dentro del contenedor de la basura.

Ok, las madres siempre buscan y desean lo mejor de lo mejor para nosotros sus hijos pero ¡Por favor! este estupida "negociación" estaba fuera de líneas y era tan irrazonable.

Las neuronas de momento estaban demasiado coladas como para ahora escapar por la ventana o "suicidarse" desde la azotea, lo último se escuchó demasiado intrépido como para cualquier clase de ser humano; entonces ¿Cómo escapar de la bruja?, fue cuando la maldita bombilla se le encendió y sus labios retorcieron una perfecta mentira hecha a la medida.

"No hay leche ni fideos para cenar, iré al supermercado"

¡Hey! Esta maldita puerta de madera lo llevaba agobiando en los ultimos meses y terminaban por completo con el único hilo de paciencia que le quedaba—¿No pueden arreglarla de una maldita vez?  —Bufó irritado, rodando los ojos.    

Por suerte, llevaba a su móvil consigo y llamó de inmediato a un Uber ¡Perfecto, llegaría en diez minutos! subió la cremallera de su polera y llevó las manos hacia sus bolsillos mientras se quedaba de pie esperando en la esquina de la acera. Siempre todo el mundo le ordenó que y no hacer, ¡Basta!, ya llego la hora de hacer lo que él le convenía: Llegar hoy mismo al departamento de su querido novio.         

—¡Ay, que cruel eres!   —Respondió, llevando el liquido blanco hacia la abertura de sus labios.   

Entre gritos y neblina, solo recordó un poco.

—¡No permitiré que pases el resto de tu vida con un homosexual, JungKook!     

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