Sería genial que escucharan la música antes de empezar a leer, y de ese modo perciban de qué irá la historia.
Como se darán cuenta no es exactamente Yuzu, ni Mei las protagonistas de esta historia, ya que es otra persona que se enterará de su historia.
Supongo que debo advertir que esta historia contiene un nivel alto de tragedia, y como siempre esta inspirada en la música que deje arriba por si quieren escucharla, es un tema antiguo que me gusta. Gracias a mi familia tengo bastante conocimiento de temas antiguos como actuales, con los cuales disfruto mucho.
Me encuentro camino a un lugar que de verdad no es de mi agrado. Lastimosamente mi posición no da opción de saltar este trabajo.
Ahora voy camino a la cárcel, no, no es porque haya roto alguna ley, voy para allá de visita y es eso lo que me desagrada, pues innumerables veces he tratado con gente en verdad cruel, gente acusada de tantas cosas horribles, y aún peor, muchos de ellos afirmaban muy felices las acusaciones en su contra y afirmaban no arrepentirse de ello, tan orgullosos de sus actos, de su historial criminal, de su gran fama entre gente semejante.
No, seguro me equivoqué de profesión, esto no era lo mío. Soportaría un poco más, solo un poco más para renunciar y cambiar de vida, hasta ahora no sentía que había hecho ningún bien a gente que lo mereciera allá en prisión, pues en todos los ojos que vi no vi ni rastro de arrepentimiento.
Ingresé a la cárcel acompañado de un policía, las chicas tras las rejas chillaban y hablaban casi gritando. Todas las palabras que me llegaban eran lascivas, haciendo insinuaciones a mi persona. Pese a que esta vez la cárcel donde estaba asistiendo eran de mujeres, no rebaja mucho el malestar que me provocaba.
Definitivamente abandonaré esta elección que hice hace años, no puedo con tanta energía obscura y negativa.
Llegamos junto al policía a una zona con celdas en su mayoría vacías, pues las personas en esas celdas apartadas ya tenían marcado un destino, y para estar en la posición de esas personas dentro tendría que haberse llevado un juicio que hasta podría durar años.
Nos paramos delante de la puerta de la celda donde debía ponerme manos a la obra, y para mi sorpresa la chica dentro no parecía soltar un aura de maldad como suelo estar acostumbrado.
Ella era rubia y apenas el policía la encadenó a la pared manejada como si fuera una muñeca, ingresé, pude ver que era muy joven pese al estado que se encontraba, podía asegurar que ella no pasaba de los 21 años.
Una vez salió el policía de la celda dejándome solo le dirigí unas cuantas palabras, ella no respondía, era como si su estuviera en un mundo distinto, en un mundo lleno de dolor por lo que podía percibir en sus ojos.
Incluso cuando el policía la esposó no vi ninguna reacción en ella, probablemente está enferma.
Me incliné un poco hacía ella y tomé su hombro moviéndola un poco.
"por favor... no..." soltó de manera tan afligida, tan doliente. Sus ojos siempre cerrados. No pude evitar preguntarme si alguien en esta cárcel la dañó, eso no sería algo raro, era una cárcel después de todo.
"Hija... hija... abre tus ojos"
El color verde fue lo primero que distinguí al verla por fin separar sus párpados para ver delante suyo.
Ella sollozó al verme y aun con sus cadenas se abalanzó hacía mí sin llegar a tocarme por las misma. Y para mi sorpresa esta vez no tuve miedo al ver esa reacción y no era por las cadenas que la sujetaban y garantizaban mi seguridad, sino por la visible intención de esta chica.
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CITRUS (On shots)
FanfictionConjunto de historias. Todos los personajes le pertenecen a Saburo Uta